En plena competencia con empresas transnacionales, el Instituto Nacional de Seguros (INS) sobrevive con números positivos.
Once años después de la apertura del mercado de seguros, la compañía estima mantener el 75% de los clientes.
Esa realidad le permitió al Instituto generar ganancias por ¢103.000 millones el año anterior, de los que ¢18.600 millones van a las arcas del Estado, además le transfirió ¢11.000 millones al Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
A partir del año entrante, el INS tendrá que destinar el 15% de sus utilidades netas a inyectar los regímenes de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), como ya lo hacen otras compañías públicas como Recope, Incop y Correos de Costa Rica.
“La empresa pública tiene que ser rentable porque si no se convierte en un lastre, se convierte en un problema. Entonces a partir de ahí entendemos que tratamos con clientes, no con usuarios, a quienes tratamos de brindarles un producto de calidad que se ajusta a las necesidades del mercado”, afirmó el presidente ejecutivo del Instituto, Elian Villegas.
Para el Instituto, la clave para sobrevivir en competencia ha sido innovar sus productos.
“La diversificación de negocios se vuelve muy importante para competir con aseguradoras privadas, pues algunas, por ejemplo, solo ofrecen seguros de salud o en vida, nosotros estamos para todos los seguros”, afirmó Villegas.
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Giro de negocio
Esa diversificación de negocios también le permitió a Correos de Costa Rica subsistir ante el drástico cambio de tecnología, que tuvo que enfrentar a principios de siglo.
Los envíos de paquetería y la venta de servicios sacaron a esta empresa estatal de los números rojos, para registrar ganancias por ¢1.695 millones el periodo anterior.
Otro de los casos es el de la Junta de Protección Social (JPS) que transfirió cerca de ¢39.000 millones a instituciones y programas sociales.
Estas tres entidades, sumado a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el Instituto Nacional de Puertos del Pacífico (Incop) giraron alrededor de ¢40.000 millones al Estado.