El exceso de vehículos en nuestras carreteras hace que el transporte público sea cada vez menos eficiente, concluyen tanto expertos como el mismo Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Los embotellamientos viales, sobre todo en nuestra capital, hacen que los buses lleguen tarde a su destino, originando un efecto “bola de nieve” con los horarios de las unidades.
“La vida del transporte es el tiempo. Entonces, si una carrera se atrasa por las presas, la que sigue también y se da un efecto en las demás”, resaltó Orlando Ramírez, empresario de buses del sector este de San José.
Sebastián Urbina, viceministro de Transportes y Seguridad Vial, considera que se deben abrir carriles exclusivos para los buses, así como ordenar las rutas y trayectos de cada una de las líneas.
En el país hay más de 450 rutas de autobús y unas 4.500 unidades registradas. La mayoría de estas líneas ingresa a la Gran Área Metropolitana (GAM).
Para el experto en Planificación del transporte, Leonardo Castro, el principio de una solución pasa por aplicar el cobro electrónico en los vehículos.
Indicó que así se podría obtener una fotografía en tiempo real de los lugares y las líneas utilizadas por la gente para moverse.
“Esto nos permitirá hacer controles y análisis de dónde aplicar carriles exclusivos, ampliar las rutas o quitar algunas”, apuntó el especialista.
El 80% de la población de la GAM se traslada cada día por medio de buses públicos.