Con el ceño fruncido, el agente de la Fuerza Pública Rafael Jiménez veía cómo los muchachos hacían piruetas y malabares en sus patinetas. Se acercó a paso lento y autoritario a una de las tantas rampas y se llevó la mano a un compartimiento de su pantalón, como si fuera a sacar un arma...
Pero, más bien, lo que desenfundó fue su teléfono celular para tomar fotografías del las acrobacias de los jóvenes
“Vea qué buena me quedó esta”, dijo a sus compañeros. Mientras les mostraba una imagen en la pantalla, los demás policías reconocieron la calidad de la foto, al tiempo que aplaudían sorprendidos las habilidad de los “patinetos”.
Esta escena resume lo acontecida ayer en el primer Convivio
Una actividad pionera en el país y que busca limar asperezas entres lo jóvenes que practican el
“Lo que queremos es darles un espacio, acercarnos a ellos, que no nos vean como el enemigo. Para ello tenemos que respetar lo que hacen, comprenderlos”, manifestó del director de la Fuerza Pública escazuceña, Carlos Jiménez.
El convivio de ayer, celebrado de 9 a. m. a 12 mediodía, contó con la participación de unos 30 muchachos, a quienes, además de facilitarles rampas y rieles para hacer
“Lo bueno de esto es, además de poder patinar en paz, que la gente vea que nosotros no somo ningunos delincuentes, ni que molestamos a nadie. Solo queremos patinar, pero muchos nos tienen fama de drogadictos o vagos”, expresó el
Para el agente Róger Castrillo, es primordial que los jóvenes tengan una buena relación con la Policía, pues eso hará, en su criterio, que las personas vinculadas a hechos delictivos o violencia no los busquen ni molesten.
“También es una forma de darles seguridad. La gente que anda en drogas no va a querer acercarse a estos muchachos, pues saben que, al estar en contacto con la Policía, los pueden delatar”, agregó.
El Ministerio de Seguridad estudia la opción de llevar esta iniciativa a otras comunidades.