Un grupo de personas que se oponen al aborto se reunió, este domingo por la tarde, afuera del condominio Villa Fontana, en barrio Escalante, donde reside el presidente Luis Guillermo Solís.
La agrupación, conformada por aproximadamente 25 personas, llegó con faroles y, desde su arribo, a eso de las 6:30 p. m., se organizó para orar en silencio con el objetivo de que “Dios ilumine” al mandatario “en sus decisiones”.
Paula Sáenz Soto, artista y activista católica, se encargó de organizar el movimiento. Desde el viernes difundió, mediante redes sociales, un afiche con los detalles de la actividad.
"Hemos escuchado que se puede llegar a pasar una ley sobre el aborto terapéutico y no queremos que esto suceda en Costa Rica, es un país provida (...). Entonces vinimos a orar por los no nacidos y por la protección de ellos”, explicó Sáenz.
La mujer agregó que, aunque Solís no es el único en decidir, las oraciones también buscan la "iluminación" de los diputados de la Asamblea Legislativa.
"Queremos dar a conocer que estamos dispuestos a defender a los no nacidos (...). Hemos unido fuerzas entre religiones que a veces no nos llevamos muy bien”, mencionó.
Para Sáenz, los faroles representan a Jesús, que es "la luz del mundo", y recalcó que el movimiento es pacífico.
Gustavo Osborne Güell, esposo de Paula, también acudió a barrio Escalante para lo que ellos denominaron “Vigilia en Costa Rica en defensa de la vida del no nacido”.
"Mi esposa y yo siempre hemos estado promoviendo y tratando de ayudar a crear conciencia sobre los no nacidos, que la gente entienda que son seres humanos iguales que nosotros”, detalló Osborne minutos antes del inicio del movimiento.