Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/NUG7MZZF2BDRHNTJIYWU2YCK5I.jpg)
La draga Doña Laura permanece frente a la comunidad de Delta Costa Rica, en Sarapiquí. | CARLOS HERNÁNDEZ
Delta Costa Rica, Heredia. Llegó en silencio hace 10 días, pero, por su nombre, no ha pasado por inadvertida en ningún momento.
Se trata de otra draga que fue bautizada con el nombre de Doña Laura, por lo cual algunos vecinos creen que es una alusión a la presidenta Laura Chinchilla.
El Gobierno de Nicaragua envió esa pesada máquina al río San Juan para reforzar la limpieza de sedimentos, que empezó en el 2011 bajo la dirección del otrora guerrillero Edén Pastora Gómez.
La draga permaneció ayer aparcada a escasos 100 metros de la base que el Ejército nicaraguense tiene en el sector fronterizo conocido como Delta San Juan, frente a la comunidad de Delta Costa Rica, Sarapiquí, Heredia.
Con letras grandes. El nombre Doña Laura está escrito en letras grandes, azules, sobre un fondo blanco y abarca un metro de alto por tres de largo.
“Es imposible no verlo”, afirmó Cecilia Soto, vecina de Puerto Viejo, Sarapiquí, quien ayer estuvo de visita en la frontera.
La embarcación es una de las cuatro que operan muy cerca de donde nace el río Colorado, que es costarricense y a través del cual desagua la inmensa mayoría del cauce del San Juan.
Dos de las tres restantes se llaman Soberanía 1 y 2.
La presidenta Chinchilla aseguró que el hecho la tomó por sorpresa. “Ellos tienen el derecho a usar sus dragas como quieran, pero bueno, obviamente sigue siendo una señal que busca provocar.
”Yo no imagino a nosotros bautizando la maquinaria con nombres de autoridades del Gobierno de Nicaragua”.
Para Chinchilla, lo importante es no dejarse distraer con ese tipo de detalles y seguir vigilantes. “Ojalá Costa Rica entienda la importancia estratégica de la ruta 1856. Costa Rica debe dejar esa obra consolidada en este gobierno. Si no, seguiremos con problemas para vigilar esa zona”.
