Quienes peregrinan al Vaticano se imaginan caminando por la plaza de San Pedro, se ven entrando a su basílica para orar ante la tumba de Pedro y, por supuesto, sueñan con encontrarse con el “patrón” de esa casa en la tierra: el Papa.
Con esa fe, un grupo de 34 fieles ticos planeó desde el año pasado su peregrinación a la Santa Sede, en tierra romana.
Ahora, la travesía que empezaron este viernes quedará registrada como el primer viaje de ticos a un Vaticano con sede vacante, a una Iglesia sin Papa.
“Así como encontramos el sepulcro de Cristo vacío, el vacío del Papa, en Roma, nos hace saltar a la fe de la misma manera”, expresó Édgar Muñoz Fonseca, sacerdote de la parroquia de San Diego, La Unión , Cartago.
Los dos curas de esa parroquia partieron con un grupo de 32 laicos el viernes, a las 6 p. m., del aeropuerto Juan Santamaría.
La renuncia de Benedicto XVI significó para ellos quedarse sin la bendición papal de la audiencia del miércoles 6 de marzo, para la cual ya tenían espacios garantizados.
En su lugar, ese día visitarán el poblado de Asís, donde se encuentra la basílica del santo Francisco.
Viaje de fe. Maletas y emociones en mano, los fieles resaltaron el sentido de su travesía: demostrar su fe.
“Pediremos, a Dios, por hijos, convencidos de su respuesta”, manifestó Júnior Rodríguez, quien viaja con su esposa y su suegra.
Por su parte, Dora Rojas y Bernardo Valerín también llevan una petición importante: rezarán por la nulidad de un matrimonio anterior “para poder casarnos por la Iglesia católica”.
“Para la Iglesia católica, este es el Año de la Fe. Vamos a eso, a reafirmar nuestra fe ante la tumba de Pedro, en el Vaticano; ante la capilla del Santo Sepulcro, en Jerusalén, y muchos otros lugares santos”, explicó el sacerdote Muñoz.
La otra semana, su viaje concluirá en Alcalá de Henares, España, donde yace la tumba de su patrono franciscano: San Diego.