Monto de multas pagadas por choferes se duplicó en cinco años

Suma anual cancelada por infracciones pasó de ¢6.500 millones a ¢12.400 millones entre 2014 y 2018; durante ese periodo el pago promedio de cada vehículo por multas pasó de ¢5.206 a ¢8.026

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Las imprudencias en carretera les pasan facturas cada vez más caras a los costarricenses.

Aunque en los últimos años se han impulsado diversas iniciativas para educar a los conductores, el pago de multas, lejos de contenerse, más bien se duplicó entre el 2014 y el 2018.

Según datos del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), el monto recaudado por infracciones se disparó durante ese periodo al pasar de ¢6.500 millones a ¢12.400 millones por año, en colones a valor presente.

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Esta tendencia al alza incluso parecía mantenerse en el 2019 pues, al mes de noviembre, ya se habían recolectado ¢11.900 millones, a falta de contabilizar uno de los meses más críticos del año.

El incremento en el pago de multas también se confirma al dividir el monto total cancelado por año entre la cantidad de vehículos registrados ante el Instituto Nacional de Seguros (INS) para el pago del marchamo.

Mientras en el 2014, los automotores en circulación pagaron, en promedio, ¢5.206 en multas, cada uno, cuatro años después cancelaron en promedio ¢8.026, para un aumento del 54%.

La multa más alta es de ¢326.700 por conducir borracho o por adelantamiento indebido y la más baja en ¢23.415, que se aplica por irrespetar la restricción vehicular o evadir un peaje.

Choferes responsables

¿A qué obedece este mayor pago por infracciones? ¿Será un efecto del aumento paulatino de la flotilla vehícular? ¿Será resultado del ajuste anual de las multas? ¿O será que los choferes cometen más faltas en carretera?

La respuesta apunta hacia los conductores.

Entre el 2014 y el 2019 la cantidad de partes registrados por el Cosevi subió mucho más que lo que creció el parque vehicular. En ese periodo, la cifra de boletas se elevó en un 63%, mientras que la cantidad de automotores creció solo un 24%.

A lo largo de ese tiempo, la tasa de partes por cada 100.000 vehículos se elevó en 13 de las 19 categorías de infracciones vigentes en la ley de tránsito.

La infracción que más creció fue la de ruido causado por los automotores: pasó de una tasa de 16 multas por cada 100.000 vehículos en el 2014, a 47 por cada 100.000 carros en el 2019. Esto representa un aumento de 191%.

Otras variaciones considerables se registraron en los partes elaborados por mal estacionamiento (150% de aumento), problemas de visibilidad en parabrisas y ventanas (137%), infracciones que ocasionan retiro de vehículos (136%) y de placas (107%).

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FUENTE: COSEVI, INS.    || J.C / LA NACIÓN.

En términos absolutos, hubo 276.510 partes en el 2014. Este número aumentó en los siguientes cuatro años: 300.739 en el 2015; 336.692 en el 2016; 372.901 en el 2017 y 461.372 en el 2018. Los últimos datos del Cosevi registraron 452.302 infracciones en el 2019, una leve disminución con respecto al año anterior.

Las multas más frecuentes en los últimos seis años fueron por ausencia de documentación del vehículo (569.065), falta de licencia del conductor (327.474) y problemas con placas (213.664).

German Marín, director de la Policía de Tránsito, estimó que el aumento en este tipo de faltas se debe a la realización de retenes en carretera, los cuales permiten detectar esas anomalías.

Marín admitió que otro tipo de imprudencias, como el exceso de velocidad o maniobras no permitidas, son más difíciles de detectar debido a las limitaciones de personal en carretera.

Sergio Valerio, director financiero del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), atribuyó el crecimiento en la recaudación por multas a los últimos cambios reglamentarios.

Uno de ellos fue la reforma a la Ley de Tránsito que, por ejemplo, permite el retiro de placas de vehículos mal estacionados. Esto provocó que del 2016 al 2017, año de la reforma, la tasa de multas por estacionamiento indebido crecieran en un 123%.

“La morosidad en el pago de las infracciones es bastante alta, sin embargo, los retiros de placas obligan a los conductores a cancelar la multa por mal estacionamiento, y otras infracciones pendientes, para poder contar nuevamente con las placas, lo que ha incrementado considerablemente la recaudación”, detalló Valerio.

Control en carretera

Otra razón que explica el incremento en la cantidad de partes y, por ende, en el pago de multas, es la incorporación de cuerpos municipales en labores que antes solo ejecutaba la Policía de Tránsito.

“En el año 2014, únicamente se había incorporado al proyecto de Inspectores Municipales de Tránsito una municipalidad (La Unión), mientras que actualmente ese proyecto cuenta con 19 municipios debidamente incorporados y aplicando multas”, indicó Sergio Valerio, director financiero del MOPT.

“Este aspecto refuerza la labor de vigilancia y control que realiza la Dirección General de la Policía de Tránsito, principalmente en cuanto a la aplicación de multas por mal estacionamiento y, por consiguiente, genera incremento en la recaudación de multas”, agregó.

Por otra parte, las infracciones que más se redujeron entre el 2014 y el 2019 fueron los partes por problemas en carrocería (-55%), velocidad (-48,5%) y la categoría de otros (-48%), que incluye causar lesiones en forma culposa y transitar con exceso de carga.

German Marín destacó estos últimos resultados. Afirmó que en los últimos años ha percibido una disminución en las conductas temerarias de los conductores.

De hecho, el MOPT reportó que las muertes vinculadas al abuso de velocidad en el 2019 disminuyeron un 35% con respecto al 2018. La Policía de Tránsito también registró menos heridos en carretera y atendió menos accidentes.

“Consideramos que ha habido un cambio en el comportamiento del conductor. Por ejemplo, era recurrente que los conductores no quisieran usar el cinturón de seguridad, había una percepción negativa con relación al uso; pero hoy vemos que las personas en forma natural lo han aceptado. En el caso de la velocidad, muchas personas han comprendido que eso es sumamente riesgoso”, aseveró Marín.

“Esto no significa que esté superado o resuelto, porque vemos cómo se siguen dando incidentes en carretera; siempre aparecen conductores que exceden los límites de velocidad”, añadió.

Marín recalcó que las vías más vigiladas debido a la alta incidencia de infracciones son las rutas 1, 2, 32 y 27, entre los tramos que conectan Alajuela, Cartago, Guápiles y Orotina con San José.

La regularidad de las violaciones puede cambiar según la región, explicó el director. Por ejemplo, en San Carlos es más común encontrar motociclistas sin casco.

Accidentes y pólizas también crecen

Paralelo al incremento en la cantidad de partes y de pagos por multas, en los últimos años también hubo un incremento en la cifra de accidentes, lo que generó un aumento en los gastos del Seguro Obligatorio Automotor (SOA) por parte del Instituto Nacional de Seguros (INS).

En el 2014, esta institución desembolsó por concepto de SOA, ¢28.956 millones. Para el año pasado, este pago aumentó a ¢53.391 millones.

Si dividimos esta cifra entre cada vehículo en circulación, el dinero entregado en promedio pasó de ¢23.066 a ¢34.218, un aumento del 48%.

De la misma forma, el monto promedio que cada vehículo debió pagar por la póliza creció un 20,8% entre 2014 y 2019, de ¢26.019 a ¢31.437.

Este seguro se paga cada fin de año como parte del marchamo.

La alta siniestralidad de las motocicletas, involucradas en el 54% de los percances ocurridos en ese lapso, provocó que esos vehículos tuvieran que pagar el año pasado ¢89.614 por SOA, mientras que los vehículos particulares debieron cancelar ¢25.026.

Luis Fernando Campos, gerente general del INS, explicó que la fórmula para calcular el SOA está protegida por un asunto comercial, pero reconoció que la siniestralidad sí es “el componente que más peso tiene”.