La decisión de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de asumir, nuevamente, el control de 34 centros de salud en todo el país, por mala gestión, generó críticas en los hospitales.
Javier Brenes, director del Hospital de Guápiles, y Seidy Herrera, directora del Hospital Enrique Baltodano, en Liberia, rechazaron que la causa de que fracasara la ley de desconcentración fuera la mala gestión de los directores médicos.
La Ley N.° 7.852, de Desconcentración de los Hospitales y Clínicas, se implementó hace 12 años y da potestad a los centros de salud para autoadministrarse.
“La desconcentración máxima de los hospitales no ha funcionado, no por culpa de los directores, sino porque la Administración central no nos ha dado los recursos y los implementos necesarios para que funcione”, aseguró Brenes.
El director aclaró que cree que la desconcentración es un excelente instrumento para la gestión hospitalaria, si se aplicara bien.
“En el caso de las listas de espera, la institución no ha dado los recursos económicos y especialistas para que disminuyan”, añadió.
Este criterio lo comparte Seidy Herrera, directora del Hospital Enrique Baltodano, quien dijo que el proceso de supervisión, control y evaluación para que la desconcentración fuera efectiva no se dio.
“En 12 años no hemos tenido una sola evaluación sistemática de lo que estaba sucediendo en los hospitales y áreas de salud que tenían desconcentración”, dijo Herrera.
La directora dijo que a pesar de que nunca se definieron las herramientas, normas ni presupuestos para poner en práctica la ley, el Hospital Enrique Baltodano avanzó mucho en modalidades de atención y mejoras en la infraestructura.
Tanto Brenes como Herrera creen que la crisis de la CCSS no se va a solucionar si la institución retoma el control.
“La concentración es retroceder muchos años. Esa no es la solución, mientras no se le den recursos necesarios a los hospitales”, dijo Brenes.
Por su parte, Luis Chavarría, secretario general de La Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca), dijo que la ley falló porque, a pesar de que los hospitales tenían su autonomía para tomar decisiones, siempre seguían recibiendo directrices a nivel superior.
“Aquí es irresponsable haber promovido una ley que no se sometió a un profundo análisis de sus resultados. Ellos no evaluaron las virtudes y defectos de este proyecto durante estos 12 años”, dijo el dirigente sindical.
Herrera, Brenes y Chavarría se mostraron preocupados ante la posibilidad de que el nuevo cambio lleve a centralizar todavía más el poder y las decisiones.