EscucharEl temor de un potencial desastre por el desvío del río Barbilla mantiene en vilo a los residentes de Matina, Limón.
La preocupación principal es que las aguas invadan la ruta 32 que comunica a San José con Limón, ya que un desvío del cauce tiene el río a tan solo 50 metros de la carretera, a la altura de la entrada a San Miguel de Matina.
En caso de un desbordamiento, también podrían verse perjudicadas algunas torres del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el oleoducto de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), ubicados en la zona.
El alcalde de Matina, Elvis Eduardo Lawson, dijo que, para tener certeza de la causa del desvío, deberán hacerse algún estudios técnicos. Sin embargo, opinó que el problema era fruto de la intervención humana.
“Supuestamente hubo mano criminal, es decir, pobladores que extraían material del río sin criterio legal”, manifestó Lawson.
“El problema es de los últimos dos años y, como el río se ha venido comiendo y comiendo el cauce, ya está encima de la carretera”, agregó el alcalde.
También fueron invitados a la reunión la Municipalidad de Matina, los comités cívicos de la zona y asociaciones de desarrollo.
Céspedes subrayó su preocupación por las potenciales consecuencias económicas que provocarían los desbordamientos.
“Los principales perjuicios económicos como consecuencia de las inundaciones son para los agricultores de la zona, principalmente, de plátano, yuca y dátil. También podría haber destrozos de caminos y puentes”, dijo Céspedes.
Lawson y Céspedes aseguraron que en el encuentro de ayer se acordó efectuar otra reunión el martes en la Comisión Nacional de Emergencias para definir el abordaje del problema desde las distintas instituciones vinculadas.
Se intentó ayer conocer las opiniones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes y de la Comisión, pero fue imposible localizar a sus representantes. No obstante, la oficina de prensa de la Comisión sí confirmó una reunión sobre el tema en la próxima semana.
El río Barbilla tiene muchos años de causar estragos en la región caribeña. Por ejemplo, hace poco más de un mes, el río se salió de su cauce, dejando bajo agua algunas casas en la comunidad de B-Line. Allí la situación ya se describe como “normal”.
