Keyna Vargas salió la mañana de este jueves de su casa, en Coronado, rumbo a Cartago a visitar a la Virgen de los Ángeles.
No es la primera vez que realiza la romería con su hijo Ian, de cinco años. Pero sí es la primera que hace el recorrido con su pequeño en silla de ruedas.
Hace tres años, el niño fue arrollado por un carro repartidor en Dulce Nombre de La Unión. Aquel fatal accidente dejó a Ian parapléjico, con daños en los pulmones y otras afectaciones.
La recuperación ha sido larga y el proceso continúa.
Ian será operado este fin de año y, por ello, su madre se decidió a recorrer casi 27 kilómetros desde su hogar hasta la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles.
“Antes del accidente vine con él sanito. Hace tres años que fue el accidente se lo entregué y ahora vengo a pedir que me lo recupere”, comentó la mujer.
Sus lágrimas, dice, son de esperanza y fe para que su hijo pueda continuar adelante con la recuperación.
Con una enorme sonrisa, su hijo Ian cargó durante todo el camino una botella con la forma de la Negrita.
”Me echa agüita en la botellita, en mi cabecita y en mis piernitas”, le pidió el niño a su madre cuando visitaron la pileta con agua bendita en la basílica.
Historias como estas motivan, este jueves, a miles de creyentes a visitar el santuario de la Virgen, sin importar el cansancio, el fuerte sol o la lluvia que se presentan durante sus caminatas.