La noticia que esperaban llegó. Bastaron 30 segundos del mensaje de la presidenta, Laura Chinchilla, donde anunciaba el fin de la concesión de la carretera a San Ramón, para que los presentes ayer en el museo de ese cantón alajuelense saltaran de alegría.
De inmediato, los líderes del Foro de Occidente aprovecharon la euforia de los presentes, que se abrazaban por haberle ganado el pulso a la Presidenta de la República, para anunciarles la siguiente lucha: “Ahora vamos por una carretera nueva y por eliminar la ley de concesión”.
El corredor interno del museo de San Ramón se hizo pequeño para unas 200 personas que llegaron, quienes brincaron como si fuera un gol de la selección de futbol. Muchos se abrazaron, otros se subieron a las sillas y unos cuantos tomaron sus vehículos para celebrar en las calles.
Afuera del museo, desfilaron mascaradas y una comparsa. Los gritos y las risas llegaron cuando un carro de carga trajo una de las casetillas de peaje que se usaron el domingo a manera de protesta contra la concesión con la leyenda “Choripeaje”.
Paul Brenes, vocero del Foro de Occidente, entre abrazos y felicitaciones de los presentes, comentó que la lucha se centrará desde hoy en que el Gobierno realice la carretera pero sin necesidad de concesionarla.
“Esta lucha ganada es un paso nada más. Mañana nos vamos a reunir para analizar el mensaje de la Presidenta, pero buscamos que se construya la vía sin una concesión. Los ticos ahora debemos demostrar que no ocupamos mano de obra extranjera”, explicó Brenes.
Entre tanto, otro grupo de vecinos empezó con cánticos en contra del modelo de concesión de obra pública. Uno de ellos fue José Manuel Zúñiga, quien explicó que una segunda lucha se centrará en derogar la ley de concesión.
“Estamos contentos porque la señora Presidenta realmente sentó cabeza y se trajo abajo esta concesión, pero no queremos otra más; debemos de parar esa piñata”, expresó Zúñiga.
El Foro de Occidente acordó una reunión para hoy donde se analizará el mensaje de la mandataria, y las líneas a seguir en contra de la ley de concesión.
La fiesta siguió en las calles por lo menos hasta las 10 p.m. Algunos sacaron banderas de Costa Rica y otros la de sus equipos de futbol. Conforme fueron bajando la música y los gritos, se escuchaban con más claridad los comentarios que empezaban con la pregunta: ahora, ¿qué va a pasar?