La Sabana se llenó de cantos y júbilo en honor a Juan Pablo II

“Bendigo de corazón a cada hijo de Costa Rica y a cada una de las naciones presentes en esta visita”. Las palabras de Juan Pablo II resonaron 28 años después dentro del Estadio Nacional y otra vez los fieles explotaron con gritos de júbilo.

A las 8:10 p. m. las pantallas del nuevo Estadio reprodujeron la imagen y la voz de quien hoy es un nuevo beato, del papa Juan Pablo II cuando visitó Costa Rica en marzo de 1983.

Anoche, miles de católicos llenaron las graderías y la gramilla de La Sabana, para unir sus voces en oración, para cantar y para participar de la vigilia previa a la beatificación de Juan Pablo II, el papa viajero.

Un mar de pañuelitos blancos empezó a ondear junto con banderas de Costa Rica y el Vaticano, cuando la réplica de la Virgen de Los Ángeles entró al Estadio.

La Negrita se instaló en la tarima, a un lado de una imagen de Juan Pablo II que llegó en andas, cargada por mujeres.

Al unísono, la gente cantaba “ven con nosotros a caminar, Santa María ven”, y miles de lucecitas de pólvora iluminaban el cielo despejado en La Sabana.

Fue una noche de emociones para los fieles, que resistieron el frío abrigados y fortalecidos con las viandas que llevaron desde sus casas: termos con café y emparedados fueron los mejores aliados.

Una sola Iglesia. A las 8: 30 p. m., aunque, al parecer, quería pasar inadvertida, el padre Sergio Valverde pidió un aplauso para la mandataria Laura Chinchilla.

“Estamos celebrando a uno de los grandes hombres que han inspirado a la humanidad, estamos orando por Costa Rica, un pueblo de fe, en cadena de oración con miles de seres humanos que se inspiraron con Juan Pablo II”, dijo Chinchilla.

Ella se instaló en el palco del estadio junto al alcalde de San José, Johnny Araya, y el canciller, René Castro.

Siguieron después los cánticos, la música y las remembranzas. Entre ellas, la frase que 25.000 jóvenes le gritaron a coro al Papa en La Sabana: “Juan Pablo, amigo, la Iglesia está contigo”.

El nuncio apostólico, el vietnamita Pierre Nguyên Van Tot, saludó a los presentes y leyó un mensaje enviado por el papa Benedicto XVI, que invitó a los fieles a celebrar la beatificación y a seguir el ejemplo de Juan Pablo II.

Cerca de las 10 p. m. la noche adquirió un ambiente más solemne, cuando dio inicio el cántico y rezo del santo rosario, con los misterios de La Luz, que reviven la vida de Jesús, desde el bautizo hasta La Pasión. Siguió la misa, celebrada por el obispo de Tilarán, Vittorino Girardi y la hora Santa.

Estaba previsto que a las 3 a. m. 45.000 fieles en Costa Rica siguieran en el Estadio la transmisión desde El Vaticano. Hay un nuevo beato: Juan Pablo II.