Este arquitecto, vecino de Sabanilla de Montes de Oca, San José, ha tomado protagonismo en los últimos meses por su posición estricta respecto a la instalación de antenas. Aquí algunos de sus criterios.
¿A qué aspectos debería ponerle atención un vecino si llegan ponerle una torre a la par?
La gente debe estar informada. Pedir la potencia PIRE de la antena, el ángulo de inclinación vertical para ver hacia donde apunta el lóbulo principal y ojalá la medición para ver cuánto está irradiando.
La gente pone atención a la distancia con la torre y olvida la altura. ¿Por qué es importante la altura?
La distancia es importante, pero también hay que poner atención a la altura porque cuanto más alta esté colocada la antena –yo recomiendo 30 metros y la Sutel sugiere 20 metros– menor es el grado de exposición de la radiación.
”Por tanto, a mayor altura de la torre, menor es el retiro necesario. En torres bajas (12 o 5 m) mayor es la exposición, por lo que la distancia con las casas debe ser mayor”.
En su criterio, ¿cuál debería ser el retiro apropiado entre la torre y la próxima colindancia?
En mi criterio, el retiro debe medirse en función de la potencia de la antena. Si me pregunta en qué punto me sentiría cómodo, creo que para una antena de 890 watts PIRE, el retiro debe ser 56 metros, como la norma sueca. A esa distancia la radiación sería de 0,02W/m2.
”Si la antena tiene 500 watts PIRE de potencia, la distancia mínima con la torre sería de 44 metros para cumplir con la norma sueca.
”Sin embargo, creo que con un retiro de 8,5 metros se cumple con la norma costarricense considerando antenas de mayor potencia del ICE (1.700 watts PIRE)”.
¿Ve omisiones en el reglamento sobre torres de la Femetron?
Creo que es una norma de desregulación. Lo que regula es muy poco: no hay alturas mínimas, no hay alturas máximas, retiros de apenas un 10% de la altura de la torre. No regula las antenas, no estableció ninguna salvedad para sitios sensibles como hospitales o escuelas.