El 3 de diciembre del 2018, el ICE presentó en la sede de La Sabana, San José, su flotilla de 100 carros eléctricos valorados en $3,5 millones. Los compró con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para incentivar la descarbonización. Foto: Melissa Fernández (Melissa Fernández)
Aunque el ICE dispone de una flotilla de 3.487 vehículos, algunos de los cuales podrían estar ociosos, también paga una cuantiosa suma mensual por alquiler de 343 carros.
La entidad gasta ¢249 millones al mes por esos 343 contratos de arrendamiento, en especial con empresas dedicadas a ese servicio, confirmó el Instituto Costarricense de Electricidad ante consulta de La Nación.
En el último año, entre abril del 2019 y marzo del 2020, la entidad habría pagado, al menos, ¢1.800 millones por alquileres de vehículos, se concluye de un reporte enviado por el Instituto a este medio.
Cerca de 90% de contratos tenían plazos de duración de entre 11 y 12 meses, mientras el restante 10% periodos de vigencia de seis meses o menos.
Según una hoja de cálculo enviada por el Instituto, solo entre enero y febrero de este año se suscribieron 26 nuevos convenios de alquiler con plazos de vigencia de entre seis y 12 meses.
La entidad no reveló el detalle de alquileres de años anteriores.
El 21 de febrero, Hazel Cepeda Hodgson, gerenta general del ICE, manifestó en el programa Malas Compañías, de Teletica Radio, que en la entidad hay “muchos de estos excesos”.
“Llego al Instituto (en agosto del 2019) y ahí me encuentro una enorme flotilla de vehículos y también mucho alquiler de carros. ¿Para qué tengo una flotilla alquilada si puedo utilizar mis propios vehículos? Y, si no estoy utilizando mi propia flotilla, pues entonces mejor me deshago de ella y elimino una serie de costos”, expresó Cepeda.
Esos costos, indicó, incluyen gastos de mantenimiento de las unidades, pago de derechos de circulación y otras imposiciones tributarias.
En esa oportunidad, Cepeda anunció que pretende eliminar el alquiler de vehículos, al igual que las unidades ociosas de la flotilla institucional.
En consultas posteriores esta semana, el ICE informó que rescindirá todos los alquileres activos en un plazo de dos meses y que suplirá cualquier necesidad de transporte con vehículos propios.
Alquileres en detalle
Hasta enero pasado, el ICE mantenía esos 343 contratos de arriendo de vehículos.
Según un reporte del Instituto, la mayoría de esos convenios se suscribieron para realizar tareas relacionadas con los servicios de electricidad y telecomunicaciones.
Del total de contratos, 203 (71%) se utilizaron para que trabajadores se desplazaran a hogares para instalar enlaces de Internet de la marca Kölbi.
Los restantes alquileres se destinaron para que otro personal se desplazara a realizar mejoras en líneas de electricidad y colocación de medidores.
Al día de hoy, solo 330 contratos permanecen activos respecto a los que estaban vigentes en enero pues 13 alquileres vencieron en febrero.
Por tipo de transporte, el Instituto contrataba principalmente vehículos de doble tracción, pick-ups y camiones de carga medianos y livianos.
De los alquileres activos a enero, 243 se distribuían entre ocho empresas de arrendamiento y los restantes 100 entre proveedores particulares.
Entre ellos, había 117 contratos con Grupo ANC (marcas National, Alamo y Enterprise Car Rental), otros 45 con Centriz Costa Rica S. A. (concesionaria de Budget Car Rental) y 29 con Rente un Auto Esmeralda S. A.
Otros 22 fueron suscritos con Propiauto Uno del Norte S. A., 16 con Exit Rent A Car CyC Internacional S. A., 12 con Viajes Turismo Unido y dos con Transportes Luigui de Turrialba S. A.
En busca de liquidez
Respecto al objetivo de reducir la flotilla institucional, el ICE todavía no define cuándo comenzará a vender los vehículos que considere ociosos pues se encuentra revisando las unidades.
En noviembre del 2017, el Instituto remató un lote de vehículos de doble tracción, cuadraciclos, motocicletas, camiones, sedanes y cajas de repuestos.
Casi año después, en octubre del 2018, la entidad realizó un remate adicional. Entre ambos procesos, se deshizo de 489 unidades.
Las medidas con respecto a los vehículos trascienden dos semanas después de que Cepeda confirmara que el ICE también venderá propiedades y edificios entre más de 3.000 inmuebles de su propiedad.
La funcionaria espera que la eventual venta de propiedades genere una ganancia equivalente a no menos del 10% del valor económico del total de los inmuebles.
A inicios de febrero, la agencia calificadora Moody’s mantuvo al Instituto la calificación B1 y, además, mejoró su perspectiva de crédito de Negativa a Estable.
No obstante, sí le recomendó que el pago de intereses por el actual endeudamiento no afecte su flujo de efectivo (liquidez).
El ICE mantenía una deuda por ¢2,9 billones entre obligaciones con bancos, colocación de bonos de deuda y arrendamientos operativos al tercer trimestre del 2019, según sus estados financieros.
No obstante, está acumulando dinero en efectivo de cara al vencimientos de algunas obligaciones con sus acreedores en el 2021. A la fecha, declaró Cepeda, posee una reserva de $300 millones para ese fin.
La venta de activos del ICE forma parte del plan para generar más liquidez dentro de un programa general de mejora y optimización administrativa que incluye, además, congelar la compra de nuevas posesiones.