ICE prevé bajo impacto en tarifas de electricidad por uso de combustibles

Ajuste para el primer trimestre del 2020, por generación térmica, oscilará entre un 0,11% y un 0,34% según la región del país

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El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) prevé que, para este 2020, la generación de energía mediante el uso de combustibles tendrá un bajo impacto en las tarifas eléctricas.

Tan es así que, para el primer trimestre, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) le concedió al ICE un ajuste mínimo en su tarifa de venta de energía al revisar el factor denominado Costo Variable de los Combustibles (CVC).

Con esa decisión, los precios de la electricidad aumentarán entre un 0,11% y un 0,34% según la empresa distribuidora.

La fórmula del CVC reconoce, en las tarifas, los gastos por compra de hidrocarburos necesaria para la generación térmica y aplica en todas las empresas distribuidoras del país. Si los combustibles bajan, la tarifa eléctrica baja y viceversa.

Para este año, el ICE estimó una generación térmica incluso menor a la que calculó inicialmente la Aresep, por lo que la Autoridad Reguladora decidió guiarse por el cálculo del Instituto.

Así consta en la resolución RE-0105-IE-2019 de la Intendencia de Energía del 16 de diciembre pasado.

La Aresep había proyectado para este año 197 gigavatios (GW) de generación térmica. En cambio, el ICE proyectó 111 GW.

Al inclinarse por las previsiones del ICE, la Aresep proyectó que el costo económico de la generación térmica en el 2020 será de unos ¢7.500 millones.

De cumplirse el pronóstico, la producción térmica del ICE del 2020 será incluso menor a la del 2018 cuando el país requirió 158 GW, según datos del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE).

A octubre anterior, la generación térmica interanual iba por 95 GW y apenas equivalía a un 0,33% del consumo general, que entonces ascendía a 11.172 GW producidos con fuentes renovables.

Las estimaciones del ICE llegan en momentos en que el embalse Arenal registra una baja provisión de agua para generación hidroeléctrica, lo cual puede traducirse en un encendido tempranero de plantas térmicas en verano.

No obstante, esa situación se podría compensar con un incremento de la generación eólica, gracias a la previsión de vientos fuertes en enero y febrero.

Al 2 de enero, el embalse Arenal registró 540 metros sobre el nivel del mar (msnm). Si el nivel del embalse no crece lo suficiente en el segundo semestre de cada año, la capacidad de generación hídrica de Costa Rica se compromete al primer semestre del siguiente año en la época seca.

El ICE atribuyó la menor disponibilidad de agua en el embalse a una merma en las lluvias que alimentan ese reservorio.

Sin embargo, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó en diciembre de que enero y febrero se van a caracterizar por fuertes vientos en el Valle Central y la zona norte, debido a los empujes fríos característicos. Esto beneficia la generación eólica nacional.