Nuevo sistema de Racsa llamado terminal computo en la nube,el cual se ofrecera aprtir del primer semestre del 2010.Foto de Jorge Castillo. 20/11/09 9:50am. Laura Castro. (JORGE CASTILLO)
Una inversión de $15,2 millones hecha por Racsa en el 2009 aún no despega por falta de una red de fibra óptica y del apoyo del ICE.
Se trata del denominado proyecto de Cómputo en la Nube, mediante el cual Racsa procuraba darles servicios de oficina virtual a unas 5.000 pequeñas y medianas empresas (pymes).
Como parte de la inversión, la entidad adquirió 5.000 terminales delgadas (minicomputadoras sin “cerebro”) y teléfonos IP para entregar a los futuros clientes.
Pero Racsa no pudo darles conectividad a las pymes porque no tiene red de fibra óptica y, debido a ello, las terminales están embodegadas desde hace más de un año.
El problema es que el ICE dejó a Racsa sin una red propia para Internet atenido a los viejos negocios que su subsidaria mantenía con las empresas de cable.
Radiográfica Costarricense (Racsa) siempre usó las redes de de las cableras, principalmente Amnet y Cabletica, para darles conexión de Internet a los clientes. Sin embargo, cuando esas empresas de cable se independizaron para vender Internet directamente, dejaron a Racsa sin infraestructura para sus negocios.
Estos datos los revela un informe emitido este 23 de mayo por un órgano director constituido por la junta directiva de Racsa.
El comité debía determinar la eventual responsabilidad civil y patrimonial de nueve funcionarios vinculados al “Proyecto de Ampliación de la Arquitectura Java Enterprise System-Jes” o Proyecto Jes. Este proyecto es el soporte para Cómputo en la Nube.
Según el informe final del grupo, durante el tiempo que Abraham Madrigal se desempeñó como gerente del ICE y Pedro Pablo Quirós como presidente, y en lo que lleva Eduardo Doryan como jerarca del Instituto “nunca ha existido de parte del ICE un compromiso claro para dotarle a Racsa de la infraestructura en fibra óptica, que se requería para desarrollar el Proyecto Jes”.
Esto, porque “se creyó siempre que la subsidiaria iba a mantenerse relacionada con terceros proveedores conocidos como cableras”.
Doryan alegó que esa afirmación se hizo con base en los datos dados por Racsa en aquel momento y que ahora la situación cambió.
Agregó que se tiene un contrato con una cablera por 24 meses y se está negociando otro por 30 meses.
Doryan asegura que la conectividad no ha sido una restricción para Cómputo en la Nube ya que, además de las cableras, se podrían usar otras vías como VSAT y Wimax.
El estudio atribuye a los nueve funcionarios, incluido el gerente general, Alberto Bermúdez, presuntas omisiones o acciones que no permitieron la implementación oportuna y razonable del Proyecto Jes. El comité exoneró a los nueve.
La compra de las terminales fue cuestionada por el auditor interno de Radiográfica, Mario Sánchez, quien opinó que Racsa podía haber analizado otras opciones como que los clientes usaran sus equipos propios para acceder a la nube.
Para finales del año 2010, cuando el auditor hizo la relación de hechos, los equipos tenían nueve meses de estar guardados.
Sánchez señaló que esta situación hace incurrir “ en costos de seguros, almacenamiento, riesgos de deterioro, gastos financieros y depreciación de los equipos, con lo que eventualmente no sean fácilmente comercializables pudiéndose incurrir en la presunta pérdida de los mismos”.
El órgano director desestimó los cargos por falta de fundamento “técnico, fáctico y jurídico”.
El comité concluyó que la adquisición de las terminales está justificada pues eran parte de un paquete integral del servicio que se ofrecería a las empresas.
Afirmar lo contrario, “denota un total desconocimiento del proyecto por parte de la Auditoría Interna”, concluyó el comité.
Según el grupo, el problema es que los clientes aún necesitan más información sobre el concepto de Cómputo en la Nube.
El informe indica que ante el fracaso con las 5.000 pymes, Racsa recurrió a un plan b, ideando otros servicios que pueden implementarse por la plataforma Jes, pero ahora para grandes empresas e instituciones públicas, y por medio de conexiones de cobre.