El Hospital México, administrador del contrato de la CCSS para la compra de tratamientos contra el cáncer a la clínica Radioterapia Irazú, permitió la prórroga del acuerdo que está vigente con dicha firma privada pese a fallas en los servicios que reciben los asegurados referidos a ese centro.
La Dirección del México, a cargo del médico Douglas Montero, incumplió un mandato de noviembre del 2010 de la Junta Directiva de la CCSS, el cual exigía la presentación de un informe sobre la calidad de los servicios que presta Irazú; esto, como condicionante para tramitar la segunda prórroga al contrato.
Los directivos buscaban que la extensión del acuerdo –el cual está vigente y tendría su tercera prórroga en noviembre– fuera concedida solo si los servicios de Irazú eran los óptimos, según se indica en un informe de la Auditoría Interna divulgado a finales del año pasado.
A raíz del mandato de los directivos, el Hospital México creó la Comisión Evaluadora de Control de Calidad de los Servicios de Radioterapia, la cual debió brindar el informe a la Dirección Médica a mediados del 2011 para que esta recomendara “la pertinencia o no” de ampliar la relación contractual con la clínica privada.
Como el análisis a los servicios no se hizo a tiempo, y a pesar de las insistencias de la propia Gerencia Médica de la Caja, el contrato con Irazú se prorrogó de manera automática.
Eso fue posible por una claúsula del acuerdo que permitía activar la prórroga si no había manifestación en contrario del administrador –el Hospital México– con 90 días de antelación al final del contrato principal.
No obstante, ya con el nuevo acuerdo en marcha y ante la insistencia de los directivos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Comisión Evaluadora hizo los estudios y halló fallas e incumplimientos de parte de Radioterapia Irazú. Entre los hallazgos, la clínica no contaba con Contraloría de Servicios, ni se tramitaban las quejas, además de la inexistencia de controles de calidad sobre los tratamientos.
También se detectó que un grupo de los pacientes no tuvo citas de seguimiento ni hubo control radiográfico posterior a los tratamientos en acelerador lineal.
Se intentó obtener el criterio de Radioterapia Irazú, pero su representante de prensa Paula Navarro, dijo que no se referirían a los contratos que tienen con el Seguro Social. De hecho, esa ha sido la respuesta de la clínica a este diario en el último año y medio.
Con el nuevo contrato, el 01-2009, Irazú ha cobrado a la Caja $3.747.623 por atender a 1.199 pacientes. El promedio de pago por cada asegurado es de $3.125, aunque cuando la CCSS brinda ese mismo servicio le cuesta entre $1.200 y $1.600, incluido el pago de los médicos y hasta el servicio eléctrico.
Pero la relación de la Caja con Irazú data del 2003, cuando se pactó el primer contrato.
Desde entonces, la clínica privada ha recibido $14.381.207 por atender a los referidos desde la Caja. Ese monto es solo $1 millón más bajo que el costo del nuevo Servicio de Radioterapia del México, el cual está en construcción desde abril.
El director médico señaló que tras la segunda prórroga las “inconsistencias” en los servicios de Irazú fueron subsanadas en un 80% y que más adelante se atendió casi el 100% de las recomendaciones.
Se llamó a Deysleer Murillo, nuevo coordinador de la Comisión Evaluadora, pero declinó dar declaraciones al alegar que no tenía el aval de la Dirección Médica del Hospital México.
El Servicio de Radioterapia fue intervenido en agosto del 2011 tras investigaciones sobre aparentes anomalías en esa unidad, entre las cuales estaba la inusual cantidad de desperfectos que registraba uno de los dos aceleradores lineales del hospital, lo que obligaba a referir a más pacientes a la Clínica Irazú.