La firma holandesa, Van Oord Dredging and Marine Contractors BV, empezó ayer la remoción de sedimentos del muelle petrolero de Recope, en puerto Moín, Limón.
Este dragado permitirá la llegada de buques de mayor tonelaje y reducirá la frecuencia y el costo de los fletes por el transporte de los hidrocarburos.
Los trabajos se realizarán en una franja de 50 metros de ancho paralela al muelle petrolero, situada entre el duque de alba (estructura independiente que sirve para atraque) y el puerto bananero. Asimismo, incluye 200 metros frente a dicha franja y la zona denominada dársena de maniobra que es donde los tanqueros dan vuelta.
Se estima la remoción de 1,2 millones de metros cúbicos de sedimentos.
El objetivo es alcanzar una profundidad de entre 12,5 metros y 14,5 metros ( 15% más que la actual) para permitir la entrada de buques de mayor capacidad e incrementar la seguridad portuaria.
Los trabajos costarán $13 millones y se prolongarán por al menos 120 días. La fiscalización está a cargo de la Dirección de Proyectos de Recope.