El desplome de un puente ubicado 15 kilómetros al sur de Boca San Carlos, poblado fronterizo con Nicaragua, tiene en apuros a los pobladores de esa zona, que enfrentan problemas de abastecimiento y dificultades para trasladarse.
El pueblo, asentado en la desembocadura del río San Carlos, en Alajuela, está sin servicio de autobús desde la primera semana de julio, cuando se desplomó el puente sobre la quebrada Rosalía, a la altura de Boca Tapada. Este había sido construido por una empresa particular contratada por Conavi con vigas de tucas y dos contenedores.
Desde entonces, muchos lugareños del pequeño caserío fronterizo han perdido citas médicas al no poder llegar a Boca Tapada ni viajar a Pital o a Ciudad Quesada.
Los supermercados y pequeñas pulperías también se han visto en apuros para abastecerse de artículos. El jueves, por ejemplo, el supermercado San Juan y otros dos negocios estaban cerrados pues se les agotaron los productos.
Sergio Valladares, propietario del restaurante El Langostino, trata de ingeniárselas para conseguir refrescos gaseosos y otros artículos necesarios para mantener abierto su negocio. Según Valladares, en dos semanas ha dejado de vender ¢3 millones.
“Mucha gente que viene en vacaciones de medio año no pudo hacerlo esta vez por el colapso del puente”, explicó el comerciante.
Leonel Morales, presidente de la Asociación de Desarrollo de Boca San Carlos, ha manifestado su preocupación en caso de una emergencia pues la gente no tendría acceso ni a una ambulancia.
“Hay otra salida por Golfito de Sarapiquí, pero tiene trechos imposibles hasta para carros de doble tracción e implica un recorrido adicional de 23 kilómetros”, añadió.
Avanzada la tarde de ayer, se terminó de instalar el primer puente bailey sobre la trocha fronteriza, justo en este punto. El paso se habilitó para maquinaria y vehículos de emergencia.
Según Pablo Lobo, de la Dirección de Atención de Emergencias del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el paso quedará habilitado para toda la población a más tardar el martes próximo. “La lluvia nos ha atrasado, pero ya estamos finalizando”, detalló. Colaboró el corresponsal Édgar Chinchilla