Curas agustinos buscan voluntades para llevar salud a las personas de la calle

Organización religiosa requiere colaboración para obtener un camión y voluntarios que se sumen a la iniciativa

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Una unidad médica móvil que recorra todo el país para atender al creciente número de habitantes de la calle. Ese es el nuevo proyecto de la Orden de Agustinos Recoletos (OAR) en Costa Rica.

Para darle luz a este nuevo proyecto benéfico, los sacerdotes comenzaron a reunir utensilios médicos. Ahora buscan la ayuda de otras organizaciones y del sector privado para conseguir un camión para montar la unidad móvil.

Además, se reúnen con centros de formación de profesionales en Ciencias de la Salud, para incentivar a los estudiantes a hacer voluntariado y trabajos comunales en estos proyectos.

La móvil médica que inicialmente ofrecerá servicios de Odontología y Dermatología, tiene un costo de $60.000. Su esperanza es que empiece a recorrer el país antes de que finalice el presente año.

De acuerdo con Javier Acero, representante de los Agustinos Recoletos Corazones Solidarios (Arcores), esta iniciativa también llevaría servicios de salud a comunidades lejanas, especialmente aquellas en situación de pobreza extrema.

“Es importante tener una unidad móvil de salud para llegar a comunidades recónditas, donde no llegan la señal celular, pero sí llegan los sacerdotes, los brigadistas y los voluntarios de nuestra propuesta”, manifestó el padre Acero.

Esta misma agrupación religiosa ofrece jornadas para brindar alimentación, salud y vestido a las personas de calle del centro de San José, el Carmen de Alajuela y Puerto Viejo de Sarapiquí.

La obra más importante de los agostinos es la Ciudad de los Niños, en Aguacaliente de Cartago, un centro que reúne a más de 500 niños en situación de abandono.

En colaboración con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Ministerio de Educación Pública (MEP), los niños y jóvenes que crecen en el centro ven cubiertas sus necesidades básicas, además de cuidado y afecto.

Los jóvenes de la Ciudad de los Niños reciben una vocación y terminan su bachillerato. Una vez que cumplen 18 años se incorporan a una bolsa de trabajo de la organización, en la cual participan varias empresas del sector privado que dan oportunidades de empleo.

“Es un proyecto vanguardista que podemos presumirlo en otros países donde está Arcores, porque es un proyecto que Iglesia y Estado se unen por los más necesitados”, manifestó el sacerdote Acero.

Estimaciones de las municipalidades de San José, Alajuela, Heredia y Cartago, señalaban para 2017 que en el centro del país había al menos 3.500 indigentes.

La cifra es similar a la publicada en una tesis de la Universidad Hispanoamericana, según la cual, el 74% de estas personas tienen entre 17 y 47 años y sufren adicciones.