Siete de cada 10 costarricenses opinan que los golpes y las ofensas que reciben miles de mujeres en el hogar son culpa de ellas mismas.
Aunque los ticos reconocen que la violencia es un problema que afecta a las familias, responsabilizan a las mujeres de mantener la convivencia con su pareja pese a la cadena de agresiones.
En una muestra de 800 personas consultadas por investigadores de la Universidad Nacional (UNA) y de la Universidad de Costa Rica (UCR), se mantiene la creencia de que esto es un problema de las clases más pobres, de mujeres sin trabajo, pasivas, y que la agresión es una provocación por parte de ellas.
De acuerdo con la encuesta Percepciones sobre la Violencia contra las Mujeres, el 72% cree en ese mito, pues ignoran que el agresor tiene sus estrategias para mantener el ciclo de maltrato.
“Esa dinámica actúa como una trampa para las mujeres, ya que se alternan episodios de violencia con situaciones de arrepentimiento y declaraciones de amor.
”Es ahí donde la mujer queda atrapada en la relación”, afirmó la investigadora Silvia Mesa.
Los casos de violencia aumentan con los partidos de fútbol, feriado y vacaciones, agregó Mesa.
“Si una persona afirma esto (la culpabilidad de la mujer), es porque no conoce la problemática o porque su visión, sea hombre o mujer, es muy machista”, dijo la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), Maureen Clarke.
Al agresor “ se le justifica” porque es un “hombre loco”, violento por naturaleza, que fue maltratado durante su infancia o porque consume drogas, según el estudio.
“Hay una permisividad social que confunde factores de riesgo para justificar al agresor. Así se da la reproducción social de un sistema ideológico que acepta la violencia contra la mujer”, añadió Mesa.
En cifras. El Inamu reporta que, en el primer trimestre del 2013, se han atendido 1.663 casos en la Delegación de la Mujer, en San José.
En la presentación de la encuesta, Mesa también criticó la falta de políticas públicas durante la administración Chinchilla Miranda.
“La presidenta se jacta de que bajó la cifra de femicidios, pero no ha habido ninguna política pública para frenar la situación en su gobierno”, expresó la investigadora.
Respecto a estas declaraciones, la presidenta del Inamu, Maureen Clarke, dijo que existe un plan operativo nacional para la atención y prevención de la violencia.
“Hay mecanismos en los que participan varias instituciones junto con la sociedad civil. Eso de que no hay políticas no es cierto”, aseguró la jerarca Clarke.
El estudio concluye que urge una mejor aplicación del marco legal que protege a las mujeres.