En dos meses comenzará a funcionar el Centro de Resonancia Magnética (CRM) de la CCSS, el cual se espera se convierta en la punta de lanza para la detección de cáncer y otros padecimientos.
Inicialmente estaba previsto que el CRM se estrenara antes de finalizar este año, pero la calibración de los dos tomógrafos instalados tomará unas semanas más, informó Gabriela Murillo Jenkins, gerente de Infraestructura de la institución.
La resonancia magnética es un método de alta tecnología para hacer diagnósticos médicos por medio de imágenes digitales, las cuales son creadas con base en campos magnéticos y ondas de radio.
Con las gráficas que producen los equipos, los médicos pueden interpretar, en el caso del cáncer, el tamaño de un tumor y su ubicación exacta en el cuerpo, por ejemplo.
El CRM está localizado en una zona de la nueva torre este del Hospital Calderón Guardia.
El edificio es de tres pisos; en uno de ellos se construyó un búnker de cobre, el cual protege a los equipos y personas del campo magnético que generan los aparatos.
Precisamente, los tomógrafos para resonancias magnéticas no son invasivos y, por lo tanto, no generan radioactividad.
En términos de complejidad, los tomógrafos son parecidos a los aceleradores lineales, con la excepción de que estos últimos sí producen radioactividad, y más bien, se utilizan para atacar el cáncer.
El CRM tuvo un costo para la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) de $6,5 millones (¢3.387 millones), monto que incluye el equipamiento adicional del centro.
No más terceros. Con el nuevo CRM la Caja promete que dejará de comprar servicios de resonancia magnética a las clínicas privadas, según explicó Murillo.
Datos de la entidad indican que a las clínicas Bíblica y Católica la CCSS les paga cerca de ¢100 millones mensuales a cambio de unas 1.000 resonancias magnéticas.
En marzo anterior, cuando la Caja anunció la compra de los tomógrafos, se estimó que cada equipo podría atender a 35 pacientes por día (se realizarían cerca de 1.400 diagnósticos por mes).
Los tomógrafos son de la marca Phillips, y poseen una garantía de dos años.