En un clamor pacífico, sin bloqueos o protestas, decenas de cartagineses tomaron la mañana de este sábado la ciclovía de la vieja metrópoli, en las inmediaciones de la estación del tren, para reclamar: ¡Esta es mi calle!
A pie o en bicicleta, los vecinos de esta ciudad se sumaron a la campaña de seguridad vial que, bajo ese lema, promueve el Automóvil Club de Costa Rica y la municipalidad local, con el apoyo de la FIA Foundation y la Escuela Vial Municipal de Cartago.
La campaña pretende que los usuarios de las calles pidan rutas más seguras y limpias en aras de reducir una de las principales causas de muerte en el mundo, como lo son los accidentes y la violencia en las carreteras.
Los cartagineses posaron para el lente fotográfico con carteles reclamando su derecho a usar calles seguras, a respirar aire limpio y a vivir sin violencia.
Según datos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), cada año mueren 250.000 niños y jóvenes en accidentes de tráfico en el mundo. Un número similar muere por los efectos de la contaminación del aire exterior urbano, a la cual contribuye el tráfico vehicular.
“La campaña ‘Esta es mi calle’ llama a los líderes mundiales a poner la salud, los derechos y el futuro de las personas como prioridad, tal como ha venido trabajando el cantón Central de Cartago con su ciclovía, programas como Bici pública y la Escuela Vial.
"Con esta iniciativa, buscamos tomar acción para diseñar y compartir ciudades habitables para todos”, manifestó Daniel Coen, presidente del Automóvil Club de Costa Rica.
Mario Redondo, alcalde de la Municipalidad de Cartago, reiteró el compromiso de garantizar espacios donde los peatones y ciclistas puedan transitar en condiciones óptimas.
“Queremos que el desarrollo de nuestro cantón venga acompañado de opciones de transporte, y dentro de este particular, la tranquilidad y seguridad de quienes transitan por nuestras calles es primordial y están completamente ligadas a la competitividad y salud pública.
“En la medida en que garanticemos el respeto en carretera y distintas formas de transporte, generamos una ciudad agradable para el transeúnte, donde quienes nos visiten puedan caminar tranquilos”, dijo el alcalde.
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Uno de los colaboradores de la escuela Vial Infantil es Alexander Quesada, quien hace un llamado a la prevención de los accidentes de tránsito y al mejor uso de las vías públicas.
Para Quesada, es desde edades tempranas cuando se debe trabajar con los niños en la educación por medio de valores y el respeto a las señales de tránsito y respeto en carretera para tener mejores usuarios en las vías.
Karen Sandoval llegó en bicicleta junto a su amiga, Ana Isabel. Ellas acostumbran viajar en bici durante los fines de semana, pero prefieren solo utilizar la ciclovía porque en la calle han sido testigos de la violencia.
Otro vecino de la vieja metrópoli, interesado en la seguridad vial, Alejandro Leiva, considera muy importante apoyar estas actividades para fomentar la paz vial.
“Soy ciclista de mountain bike, uso la ciclovía. Es frecuente tener problemas con otros conductores. Aunque no he tenido problemas graves, sí he tenido que enfrentar uno que otro roce”, asegura este cartaginés.