04/05/2013. Autopista General Cañas. UN automivil colisiona con un autobus a la altura del peaje ./Pablo MOntiel (Pablo Montiel)
A las 12:40 p. m., 20 minutos antes de lo programado, el Air Force One dejó el suelo costarricense.
A bordo, viajaba no solo el presidente más famoso del mundo, sino también un buen comensal y un esposo comprometido.
Estas dos referencias se añaden a una larga lista de buenas impresiones que dejó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su estadía de solo 22 horas en Costa Rica.
El mandatario demostró ser uno de esos invitados a quienes da gusto sentar a la mesa, según constataron la ministra de Comercio Exterior, Anabel González, y su esposo, el ministro de Comunicación, Francisco Chacón.
“Se lo comió todo. No dejó nada”, dijo González, quien añadió que a Obama le gusta mucho el salmón, uno de los componentes del plato fuerte servido a los presidentes en la cena de este viernes en el foyer del Teatro Nacional.
Tan agradable resultó ser la comida que el mandatario no dejó ni una cucharadita en el plato, coincidieron los ministros.
Ambos describen a un Obama sencillo, afable, sin poses forzadas ni gestos prepotentes.
Su trato hacia Costa Rica siempre fue respetuoso, como si hablara entre iguales, añadieron.
Aunque Obama siempre se mostró respetuoso del protocolo, pareciera que romper las reglas es también parte de su protocolo. Así lo demostró, por ejemplo, cuando se detuvo para hablar y tomarse fotos con niños y jóvenes. Pese a la barrera del idioma, pues las frases en español de Obama fueron solo para cámaras, estos gestos generaron gran emoción.
La que sí no tuvo éxito en su intento de saludar al mandatario fue la chef Isabel Campabadal, a pesar de ser la mamá de la ministra González y, por lo tanto, la suegra de Chacón y la encargada de la cena de Obama y demás presidentes.
“Le pregunté al oficial si podía acercarme a saludar, pero me dijeron que no. Las reglas fueron muy estrictas”, se lamentó.
Sobre los intercambios con la presidenta Laura Chinchilla, el ministro de Ambiente, René Castro, dijo que fueron en un tono ameno y hasta hubo espacio para bromas.
Una cita. La salida ayer hacia Estados Unidos, ligeramente adelantada, tenía razones que trascienden la agenda política del presidente.
Al parecer, Obama había prometido a su esposa Michelle que este sábado regresaría a la Casa Blanca antes de las 6 p. m., hora de Washington, para una cena.
De acuerdo con Chacón, este compromiso fue advertido desde antes de la llegada del mandatario a Costa Rica, lo cual a todas luces, hacía imposible ampliar la visita.
Según un reporte de periodistas asignados a la Casa Blanca, Obama llegó las 7:05 p. m., hora de Estados Unidos. La promesa se cumplió.
Respecto a la ausencia de la primera dama, el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo, dijo que se le sugirió al presidente que cuando volviera procurara venir con ella y su familia.
A esto él respondió que ella (Michelle) puede venir sola y seguro que lo va a disfrutar mucho.