Casi 103.000 habitantes de ocho cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM) sufrirán afectaciones desde el próximo mes por la falta de agua en esta época seca.

Se trata de los vecinos de Alajuelita, Desamparados, Escazú, La Unión, San José, Vásquez de Coronado, Santa Ana y Tibás, para quienes se adelantaron los racionamientos del recurso.

En total, 400.000 personas sufrirán racionamientos durante este verano. De ellas, 250.000 tendrán afectación baja (menos de seis horas diarias); 127.000 media (entre seis y 12 horas diarias); 85.000 alta, es decir más de 12 horas al día; y unos 10.585, muy alta.

El anuncio lo hizo este viernes la jerarca del Instituto de Acueductos y Alcantarillados AyA), Yamileth Astorga, quien no ocultó la grave situación que atraviesa la entidad para asegurar el servicio, debido al déficit del recurso.

“Estamos en una emergencia, pero parece que no hay conciencia por parte de la población para realmente sentir que estamos en una emergencia, estamos en rojo y por tanto tenemos que tener esa conciencia que si yo tengo agua, tengo que ver como ahorro esa agua

“Seguimos creyendo que tenemos muchísima agua en este país, pero el agua no está donde la necesitamos y no la puedo traer así no más. La cuenca del río Grande de Tárcoles tiene un balance muy positivo, pero no puedo tomar el agua del Virilla para darle a la población”, enfatizó la presidenta ejecutiva.

Astorga precisó que la época lluviosa del 2019 dejó un faltante de un 21% de agua en el Valle Central.

A modo de ejemplo, la jerarca mencionó que solo en el caso del río Tiribí, el caudal que era de 700 litros por segundo, ahora es de 200 litros por segundo.

Según el AyA, a pesar de que se incorporaron nuevas fuentes de producción, muchas otras venían perdiendo su capacidad.

Actualmente, para subsistir sin problemas, el área metropolitana requiere de un caudal de 6.000 litros por segundo, sin embargo hay déficit de 1.000 litros por segundo.

Racionamientos repartidos

Las suspensiones del servicio se realizarán en tres franjas: de 9 a. m. a 3 p. m; de 2 p. m a 10 p. m.; y de 10 p. m. a 5 a. m.

Los avisos de suspensión se actualizarán cada ocho días (todos los viernes) y los horarios dependerán del consumo de la población, es decir puede ser que la reserva se agote antes de lo previsto o que el tanque tarde más en llegar a un nivel mínimo.

Para recibir notificaciones sobre las suspensiones, las personas pueden consultar mediante la aplicación de Acueductos y Alcantarillados, enviar un mensaje con el número de Nis al número de Whatsapp 8376-5102 o bien estar atentos a las redes sociales de la institución.

Se tiene previsto que la afectación sea menor en cuanto al tiempo en relación con el año pasado, pero alcance a más personas porque el perjuicio se está distribuyendo, es decir, gente que no ha tenido afectación antes, ahora sufrirá.

Esto se implementará con suspensiones programadas, es decir, con el cierre de la llave de los tanques de almacenamiento antes de que estos se queden sin líquido del todo.

“En el racionamiento, no solo tenemos la afectación de que el tanque no se llena, sino que conforme la gente consume el agua, esta va bajando pero logramos cerrar la llave, la cerramos y sabemos que tenemos una afectación a la población a la cual se le ha anunciado que no va a tener agua, y así permitimos al tanque volver llenarse. De esta forma, van a tener agua en unas horas pero manipulado por nosotros”, explicó.

Fuera de la GAM, las regiones con mayor afectación son Brunca (zona sur), Pacífico central y Chorotega.

Obras urgentes

A fin de hacer frente al déficit, el AyA invertirá ¢31.137 millones mediante un decreto de emergencia para desarrollar obras que aumentarán 310 litros de agua por segundo para el Valle Central, a partir de mayo.

Esas obras incluyen la construcción de nuevos pozos, así como mejoras en las tuberías para reducir las pérdidas y distribuir más agua entre sectores.

También se tiene contemplada la construcción de dos nuevos tanques de almacenamiento de agua para Guadalupe, en Goicoechea, con capacidad para 7.800 metros cúbicos.

La presidenta del AyA afirmó que también desarrollan un proyecto para echar mano de nuevas tecnologías para detectar fugas y tomas ilegales.

Según dijo, se tiene contemplado la sustitución de unos 800 km de tubería, así como la colocación de válvulas y medidores de presión que les ayudarían a identificar donde hay fugas y robos.

Actualmente, añadió, ya han presentado 10 denuncias por tomas irregulares, pero estas aún no se han resuelto a nivel judicial.

Una de las obras más esperadas es el acueducto Orosi, con el cual se solucionaría el déficit en la GAM.

Ese proyecto cuyo costo es de $375 millones, beneficiaría a unas 650.0000 personas de 16 cantones y generaría 2.500 litros por segundo adicionales para el Valle Central, sin embargo actualmente se tiene un 50% de la etapa de diseños.

La estimación es que la construcción se inicie en el 2021 y entre en operación durante el 2025.

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El año pasado, la afectación se extendió incluso hasta los primeros meses de la época lluviosa. Durante ese período, la baja en los caudales provocó que alrededor de 1,1 millones de personas, sufrieran racionamientos entre seis y 12 horas diarias.

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