La revisión técnica vehicular se vuelve más drástica a partir de enero y, con ella, aumentarán las reparaciones obligatorias para pasar la prueba.
Si usted no quiere que la revisión lo agarre desprevenido, ajuste dinero y tenga en cuenta que algunos defectos leves (como un retrovisor flojo), se convertirán en faltas graves.
También debe estar pendiente del buen estado de rótulas, cinturones, ballestas (hojas de resorte), suspensión, la transmisión y el sistema de control de emisiones, pues sus defectos o mal funcionamiento serán causales para perder la revisión.
El costo de las reparaciones o sustituciones de algunas de estas partes oscilan entre ¢8.000 y ¢360.000, según consultas realizadas por La Nación a talleres mecánicos. Los montos varían según la marca y modelo del automotor.
Por ejemplo, sería muy fácil sacar el destornillador para ajustar un retrovisor flojo. Sin embargo, si debe sustituirlo, cada uno vale entre ¢20.000 y ¢80.000, explicó Eddie González, de la Asociación Automotriz de Talleres Integrales Costarricenses (Aticos).
Sin embargo, si los retrovisores son eléctricos, como los de una Chevrolet Blazer, el costo de comprar uno de estos dispositivos sube a ¢125.000.
Las variaciones en el Manual de revisión técnica fueron aprobadas en junio, pero se concedieron seis meses de gracia para que los conductores hicieran las reparaciones necesarias, dijo ayer Silvia Bolaños, directora del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
Los cinturones. Entre los cambios más significativos, está que todos los vehículos ingresados al país a partir de 1993, deben tener cinturones en los asientos traseros.
Las correas laterales deben ser de tres puntos (incluye una faja desde el hombro) y las centrales de dos puntos (subabdominales), precisó Marvin Salazar, jefe de Fiscalización del Cosevi.
La mayoría de los carros tiene una prevista en los asientos para instalar los cinturones. Una faja barata vale ¢8.000, pero si usted quiere de las que retroceden solas, el precio puede subir a ¢60.000 cada una, explicó Eddie González.
Además, es necesario que cualquier carro que haya entrado después del 2009, tenga apoyacabezas en todos los asientos.
Si el carro no los trae de fábrica, los voceros de Aticos recomiendan cambiar el asiento completo, porque sale más barato.
Un par de asientos usados cuesta ¢40.000, dijo González.
Lo que sí aplica para todos los vehículos es la obligación de tener un silenciador “para evitar la contaminación sónica”.
Un silenciador fabricado en Costa Rica cuesta entre ¢15.000 y ¢18.000 y si es de marca extranjera entre ¢25.000 a ¢35.000, dijo el mecánico herediano Francisco Zamora.
En las faltas graves se incluye que la caja de dirección, los asientos y el tanque de combustible no estén flojos y que las mangueras estén bien conectadas al tanque.
También se considerarán deficiencias graves y pérdida de la prueba de Riteve SyC, si los sistemas de sujeción están deteriorados o hay peligro de que las de las diferentes partes del vehículo se desprendan del chasis.
Si una de las rótulas de dirección está deteriorada, su cambio podría costarle ¢18.000 aproximadamente, dijo Zamora. En cambio, si el daño es en la suspensión y el mecánico le recomienda cambiar todo el sistema, el arreglo podría subir a ¢360.000, agregó González.
Recuerde que en enero ya deben tener estos cambios los carros cuyas placas terminan en 1 y 2 .