Juan Cuentacuentos, el héroe Juan Santamaría, el Teatro Municipal, las zonas francas... Todos los personajes o espacios clave en la vida de Alajuela quedaron plasmados en un mural que ahora llena de color la entrada a la ciudad por la zona del INVU-Las Cañas.
Antes había otro, pero arreglos en la línea férrea se deterioró y, al final, se decidió hacer un nuevo diseño.
En realidad, no es el único mural de Alajuela. Hay 30 ubicados en diferentes distritos del cantón Central, que procuran contar su historia.
Todos forman parte de un proyecto impulsado por la Municipalidad de Alajuela desde el 2007, mediante el cual se contratan los diseños y trabajos a artistas.
“Queremos quitarle la frialdad del cemento y cambiarlo por color, arte e historia”, expresó Guiselle Alfaro, del Departamento de Atracción de Inversiones del ayuntamiento.
Cada dos años, los murales son restaurados para atender el deterioro que sufren por clima, tiempo, contaminación y vandalismo, como lamentó la funcionaria.
El nuevo mural del INVU-Las Cañas fue diseñado por Julio Romero, quien definió colores, detalles y temas.
La obra, dijo, cuenta primero la construcción del caserío hoy llamado INVU-Las Cañas, en 1945, y de ahí siguen imágenes llamativas y emotivas de Alajuela. Le falta todavía la parte tecnológica y científica de las zonas francas, que dan empleo a los habitantes.
Quienes le ponen color son Isabel González, Maribel Villalta y María González. Llevan unos dos meses en la labor, pese al calor, el sol y los vientos; y les faltan aún unos 22 días.
Según narraron, reciben felicitaciones y solicitudes de fotos de la gente que pasa. Las tres agradecen algunos detalles que tienen para con ellas los vecinos, por ejemplo, cuando les llevan pancito y algún refresco para que recuperen fuerzas.
Isabel y Maribel llevan ya cerca de 18 años de trabajar en murales; María tiene unos cinco.
Por su parte, Juan Madrigal, el conocido Juan Cuentacuentos, afirmó estar feliz por ser uno de los motivos de la nueva obra.
Confesó que se llevó una gran sorpresa. El que le llevó la noticia fue su hijo y, por supuesto, llegó a verse en el mural, que, como él, cuenta historias.