Las medidas tomadas por las autoridades sanitarias para contener el avance del nuevo coronavirus en Costa Rica redujeron la demanda del servicio de autobuses y con ello miles de choferes, chequeadores, mecánicos, personal administrativo y otros resultaron afectados.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans), la industria autobusera emplea de forma directa a 18.000 personas, de las cuales 12.000 son conductores de buses.
Del total de trabajadores, el 60% sufrió la reducción de jornada, el 25% suspensión temporal de contrato y el 15% fue despedido.
Silvia Bolaños, directora ejecutiva de Canatrans, dijo que la pandemia provocó un descenso en el número de pasajeros que oscila entre un 40% y 80%.
“Hemos tratado de sostener el personal hasta donde se ha podido, pero el sector de transporte público es, prácticamente, el segundo sector con más acceso a créditos bancarios, registramos ¢217.000 millones en préstamos ¿Por qué?, porque para trabajar hay que comprar unidades y hay que renovarlas cada cierto tiempo y eso significa que estamos bastante endeudados”, manifestó Bolaños.
La vocera del gremio agregó que la mayoría de las firmas autobuseras viven una situación delicada que pone en riesgo su supervivencia.
“El 75% de las empresas de transportes son pequeñas o medianas, no tienen más de diez unidades de autobús (...) Esas empresas están en situaciones muy, pero muy complicadas. Realmente, en este momento, tras ver el informe (sobre medidas económicas) del señor presidente (Carlos Alvarado), lo que se nos ha dado es un medio tanquecito de oxígeno para sacar la nariz y respirar por tres o cuatro meses”.
Por medio de un comunicado de prensa, Canatrans calificó de “decepcionantes” las medidas de reactivación económicas anunciadas por el Gobierno este viernes, pues no hay una sola mención directa al sistema de transporte público.
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Durante la pandemia, el Ministerio de Salud ordenó que no se trasladen personas de pie en autobuses.
Además, los autobuseros tuvieron que reforzar la limpieza de las unidades, entre otras disposiciones.
De cara al levantamiento de órdenes sanitarias, Bolaños sostiene que requieren medidas extraordinarias para evitar aglomeraciones en las paradas de autobús y durante los viajes. Entre las alternativas mencionó mayor flexibilidad para realizar ajustes de horarios en horas pico.
Añadió que, por ahora, no piensan en aumentos tarifarios ordinarios o extraordinarios, ya que reconocen que no es el momento de alzas.
“Estamos totalmente abiertos a sentarnos con el Consejo Económico del Gobierno a buscar opciones, en Costa Rica el transporte público no es subvencionado y hay que buscar algún tipo de subvención que no toque el bolsillo del usuario”.
Algunas peticiones de Canatrans
- Readecuación de créditos existentes.
- Creación de líneas de préstamos para tener capital de trabajo y flujo de caja. Sin embargo, Bolaños aseguró que, semanas atrás, tocaron la puerta del Banco de Costa Rica, pero recibieron una respuesta negativa.
- Horarios de ingreso a los trabajos escalonados para evitar aglomeraciones en las paradas.
- Más carriles exclusivos para reducir el tiempo de viaje y así mejorar las frecuencias.
- Reordenamiento vial del casco central de San José.
- Uso obligatorio de mascarilla para los pasajeros, siempre y cuando el Ministerio de Salud lo avale.
- Autorización para trasladar un máximo de cinco personas de pie.
Sobre la petición hecha por los autobuseros, el BCR contestó lo siguiente:
"El Banco de Costa Rica proactivamente estructuró una propuesta de ayuda a nuestros clientes para las distintas actividades productivas del país, y el sector transporte fue uno de los primeros a los que dimos apoyo, siendo conscientes del impacto inmediato que tuvieron.
“En el BCR estamos en la mejor disposición para que una vez formalizados los arreglos que se les propuso, se analicen casos individuales que requieran un tratamiento especial a futuro”, dijo el Banco por medio de su oficina de prensa.