Los 300 niños de la Escuela Maternal Montessoriana, que ocupa parte del Edificio Metálico, disponen de apenas dos servicios sanitarios y un lavatorio.
Esos son los baños que les presta la Escuela Buenaventura Corrales, con la que comparten instalaciones, en San José centro.
La razón es que los baños del kínder, concluidos en el 2010, quedaron sin conectar a las tuberías de aguas negras de la ciudad.
Esas obras fueron parte de la remodelación del histórico edificio, que costaron ¢ ¢585 millones.
“Hay una batería de baños inutilizable porque no tiene prevista la salida de las aguas. Los ingenieros no tomaron las previsiones; es un monumento a la falta de incapacidad y falta de cariño por los niños que estudian aquí”, declaró Heiner Méndez, presidente de la Junta de Educación del Distrito Escolar Morazán.
Para él, esta falla en la construcción es “inaceptable”.
Padres, docentes y estudiantes protestaron ayer temprano para exigirle al Ministerio de Educación Pública (MEP) una solución a este problema.
Hazel Gallardo, maestra de ese centro de preescolar, dijo que el lavatorio que usan está diseñado para escolares y no para niños más pequeños, por lo que algunos tienen dificultades para alcanzar la llave.
Roberto Durán, abuelo de uno de los estudiantes, se quejó además porque los niños pasan muchas incomodidades.
“Ellos tienen que esperar hasta 20 minutos para ir al sanitario”, dijo el familiar.
Por ahora, lo urgente es realizar las reparaciones necesarias, que tomarán al menos un mes. La inversión será de ¢5 millones aproximadamente.
Durante ese tiempo, los menores seguirán utilizando los baños prestados, aunque no solo dos.
Carlos Esquivel, director regional del MEP de San José Central, aseguró que ellos podrán hacer uso de más baños de la escuela.
“Cuando en la Metálica estén en recreo, los del kínder tendrán lecciones, y viceversa”, explicó el funcionario.