Vacunas protegen a 9 de cada 10 niños en Costa Rica

Dosis atacan 19 enfermedades como varicela, sarampión o influenza; CCSS asegura que este año hizo la inversión más alta de la historia en estos fármacos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Poliomelitis, hepatitis o varicela se convirtieron en enfermedades cada vez menos comunes, que muchos niños en Costa Rica no conocen y posiblemente nunca las padecerán.

Ese es el logro del esquema de vacunación que alcanza a más del 93% de los menores de 12 años, de acuerdo con datos difundidos este lunes por la Caja Costarricense de Seguro Social.

Una de las dosis que tiene mayor cobertura es la neumocócica conjugada con un 96,8%, que protege contra bacterias que son de muy fácil transmisión y causan infecciones que pueden afectar desde los oídos hasta el cerebro.

Le sigue la dosis contra la varicela (96,4%) y contra hepatitis B que llegó a un 94,8%. La más baja, con 93%, es la que aplica contra el sarampión, la rubéola y las paperas .

Leandra Abarca Gómez, coordinadora del Programa de Inmunizaciones de la Caja, destacó que esos porcentajes de cobertura “brindan seguridad a la población” pues implica protección contra al menos 19 enfermedades que en el pasado causaron “dolor y muerte” en el país.

Solo en los primeros siete meses de este año, en los Ebáis se colocaron 2,1 millones de vacunas e implicó la movilización de cientos de personas.

Para Mario Ruiz Cubillo, gerente médico de la CCSS, las ventajas de la vacunación en Costa Rica se pusieron en evidencia con la llegada de personas foráneas contagiadas con sarampión en los primeros meses de este año, pues a pesar de la alerta no hubo ticos enfermos.

Ahora el esfuerzo se enfoca a sensibilizar a los adultos y adultos mayores y recordar que la vacunación no es solo para los niños.

Por ejemplo, los adultos se deben aplicar la vacuna contra el tétanos cada 10 años y contra la influenza si son de algún grupo de riesgo, como asmáticos, cardiópatas, diabéticos u obesos. Para las embarazadas, es fundamental protegerse contra la difteria, el tétanos y la tosferina y la influenza.

“Los adultos mayores debe tener la vacuna neumo 23 que protege contra 23 serotipos del streptococcus pneumoniae que son bacterias causantes de neumonías en esas poblaciones y que puede provocan hospitalización y muerte”, añadió la institución.

En 2019, según la Caja, se realizó la inversión en vacunas más alta de la historia de la institución: ¢12.617 millones, incluidas las más recientes. Estas son contra el rotavirus para menores de seis meses; y contra el virus del papiloma, causante del cáncer de cérvix, la cual se aplica a niñas de 10 años.