Funcionarios del Ministerio de Salud se desplazarán por todos los centros educativos del territorio nacional con el propósito de vacunar a 104.501 niños que ingresarán a primer grado el 4 de marzo para protegerlos contra sarampión, rubéola y paperas.
El objetivo es claro: aumentar la cobertura de vacunación y eliminar de nuestra geografía esos males, fundamentalmente, el sarampión que otrora causó la muerte de decenas de infantes.
De acuerdo con el director del departamento de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud, Leonardo Maranghello, se trata del refuerzo que deben recibir estos pequeños al entrar en la escuela, según el esquema de inmunizaciones aprobado recientemente en el país.
Tanto Maranghello, como el director del Hospital Nacional de Niños, Elías Jiménez Fonseca, explicaron también la conveniencia de que el personal docente, los niños y los padres mantengan los hábitos higiénicos básicos. Sobre todo, la revisión de cabezas para detectar y controlar los piojos y el lavado de manos después de acudir al servicio sanitario y antes de consumir o preparar alimentos.
Esas medidas básicas, según los especialistas, son esenciales para cortar la transmisión de una serie de males como la hepatitis A (inflamación del hígado producida por el virus A).
Ambos médicos señalaron que la mejor manera de cortar la transmisión de las diarreas es mediante el buen lavado de manos. Este mal figura como la segunda causa de morbilidad más frecuente en nuestro medio (recuadro), solo el año pasado se registraron 279 casos diarios, pero no todos los episodios diarreicos son comunicados a las autoridades sanitarias.
Jiménez Fonseca destacó que en esta época se produce un incremento de la enfermedad diarreica que ya golpea al centro hospitalario que dirige.
La Academia Americana de Pediatría también insiste en la conveniencia de ser muy riguroso con esta medida básica y señala la urgencia de que las escuelas y centros diurnos estén provistos de jabón y abundante agua potable.
Las enfermeras de la clínica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de Cartago, Virginia Monge y Seidy Zumbado, recordaron a los padres de familia la necesidad de conservar en buen estado el carné de vacunas del niño. Dijeron que se trata de un documento de gran utilidad para el personal educativo y sanitario.