La Universidad Estatal a Distancia (UNED) entregó este martes al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica un primer lote de 100 cascos para ventilación mecánica no invasiva para la atención de la pandemia.
El Laboratorio de Fabricación Kä Träre, de la casa de enseñanza junto a médicos intensivistas y personas voluntarias, desarrollaron 200 cascos tipo “Helmet” que se utilizarán como terapia en personas con insuficiencia respiratoria aguda y moderada.
El Ministerio de Salud ya dio su aprobación para “el uso por emergencia de casos tipo Helmet y sus componentes, elaborado por el Laboratorio FAB LAB Kä Träre de la UNED”, informó el Colegio en un comunicado.
El permiso se extendió desde el pasado 15 de octubre de 2020, mediante el oficio MS-DM-8550- 2020 y luego de revisiones efectuadas por el propio ministro de Salud, Daniel Salas Peraza.
Por esta razón, la institución ya trabaja en la confección de 100 cascos adicionales, para un total de 200, que se donarán a la Caja Costarricense de Seguro Social y al Colegio de Médicos y Cirujanos.
Los cascos permiten una mejor oxigenación y evita en algún grado la posibilidad de intubar a los pacientes; explicó Luis Carlos Pastor Pacheco, presidente del Colegio quien informó que a continuación los entregarán a las áreas de salud que más lo necesitan en este momento.
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El casco cuenta con los materiales más adecuados para el diseño, adaptado a Costa Rica, tomando en cuenta el clima, los instrumentos médicos y la disposición de materiales para su uso en el área de salud, de acuerdo con médicos intensivistas en primera línea de atención de la covid-19, que participaron en el proceso.
En setiembre, la UNED informó de que este dispositivo no pone en riesgo la vida de un paciente al no ser una interfaz de soporte crítico o de ventilación asistida.
Está diseñado para atender al 80% de pacientes que requieren hospitalización por esta enfermedad respiratoria. El 20% restante son los pacientes que eventualmente van a necesitar un ventilador de alta complejidad, informó entonces la Universidad.
“Con su uso podría reducirse el porcentaje de pacientes que eventualmente vayan a requerir un ventilador de alta complejidad. Puede usarse con y sin ventilador, en hospitales rurales y regionales que tengan gases hospitalarios”, agregó la casa de enseñanza pública.
Diana Hernández Montoya, coordinadora del Laboratorio de Fabricación de la Universidad, destacó el apoyo de empresas nacionales como CASS (Central American Silicone Suppliers) y DGTalic, así como de personas voluntarias del área de salud, fundamentales para culminar esta herramienta para médicos y pacientes de la enfermedad que produce el nuevo coronavirus.
La UNED cumplió con la solicitud hecha por el Ministerio de Salud y la CCSS relacionados con la obtención del permiso sanitario para la fabricación de dispositivos médicos y odontológicos, mientras está en proceso de solicitud del registro sanitario.