La pandemia transformó Guanacaste en la región de Costa Rica más golpeada por el desempleo debido a la pandemia de la covid-19. Esto ha originado diversas iniciativas de alivio para ayudar a su población.
La covid-19 originó allí un salto en el porcentaje de desocupados, a 30,5% al tercer trimestre del 2020, con unas 48.000 personas sin empleo, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El origen de esa destrucción de fuentes laborales en la Región Chorotega es la alta dependencia al turismo, el cual se desplomó por más de un semestre con motivo del cierre de fronteras y de hoteles desde la aparición del primer caso de covid-19, en Costa Rica, el 6 de marzo.
Poco a poco, sin embargo, algunas iniciativas locales, públicas y privadas, procuran aligerar las penurias de los guanacastecos.
En octubre, por ejemplo, la Asociación de Vecinos Luchadores de Río Cañas Nuevo, en Carrillo, Guanacaste recibió fondos de su Crédito En Marcha, una iniciativa lanzada en setiembre el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), como parte de su estrategia por apoyar las reactivación económica en zonas rurales.
Crédito en Marcha consiste en una línea de crédito especial de operación única y por un periodo establecido, para organizaciones sin fines de lucro de todo el país, asociaciones de pequeños y mediados productores, cooperativas y centros agrícolas cantonales, entre otros.
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Se pueden solicitar hasta ¢10 millones, a una tasa única de 2% fija durante todo el préstamo, a sesenta meses plazo (cinco años). Los beneficiarios incluso disponen de periodos de gracia para iniciar con el pago dependiendo de la actividad económica.
Esta organización desarrolla actividades como siembra de caña de azúcar, huevos y mango. Precisamente, los recursos son para fortalecer el proceso de producción de mango que realizan las familias beneficiadas.
Otra iniciativa es “Motor de Oportunidades” impulsado por la empresa Matra y apoyo de empresas guanacastecas para brindar capacitación en manejo de cosechadoras de caña de azúcar; ocupación de alta demanda en la provincia.
Este viernes, por ejemplo, se graduaron 18 jóvenes de ese programa a quienes se les otorga una beca completa de $5.400 que incluye la capacitación teórica y práctica en el manejo de cosechadora para que posteriormente se puedan incorporar al mercado laboral.
Con edades entre 24 y 35 años se egresaron como operadores de cosechadoras en el marco de un curso apoyado por la empresas Azucarera El Viejo, el Ingenio Taboga y Central Azucarera Tempisque (Catsa).
Hay prevista otra edición en febrero para formación en manejo de montacargas. Interesados pueden escribir al correo: servicioalcliente@matra.co.cr
Comida y economía
Aparte de empresas privadas y públicas, también la sociedad civil puede ayudar desde Reactivemos la Esperanza; un proyecto para encauzar la generosidad de Costa Rica hacia trabajadores del sector turismo en Santa Cruz, Carrillo y Liberia.
La campaña apunta a donar alimentos a familias con ingresos afectados por falta de empleo pero procura un efecto de cascada porque la comida se obtiene en la forma de cupones de canje para consumirla o retirarla para llevar, de sodas o restaurantes en esos cantones.
Esto busca reactivar la economía allí porque, aparte de alimentos para familias, ayuda al dueño de la soda o restaurante, a sus proveedores, al transportista, el pescador o el que les vende las cuajadas y las tortillas; por ejemplo.
La plataforma creada por la empresa Desarrollo Humano Estratégico pone en línea distintas cuentas y mecanismos para donaciones pero además tablas de resumen y mapas del dinero donado, y dónde están las familias y comercios beneficiados.
Incluso dicen que los procesos y componentes del proyecto serán auditados por la empresa internacional Ernst & Young (EY) que valorará aspectos de manejo de fondos y calidad de gestión de procesos.
Conforme ese compendio, se han reunido ya ¢80 millones de los cuales ya se han entregado en donaciones ¢42 millones y beneficiado a unas 105 personas de familias de los barrios de Brasilito, El Llanito y Villareal.
Esas donaciones de comida han tomado la forma de más de 21.000 cupones de canje de alimentos entre seis sodas beneficiadas y que se hallan en esas comunidades.
En conjunto, estos locales dan empleo directo a 34 personas y operan gracias al insumo de más de 15 proveedores para su actividad.