Los trabajadores a quienes se les suspendió o cesó el contrato de trabajo debido a la pandemia, podrán utilizar los servicios de salud hasta el 31 de marzo.
A inicios de noviembre del año anterior, había 217.900 personas que todavía no habían podido recuperar la situación laboral que tenían antes de la emergencia.
La ampliación de la cobertura de seguro de salud fue aprobada este viernes por la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Román Macaya, presidente ejecutivo de esta institución, explicó que el objetivo es seguir apoyando, de acuerdo con la posibilidad, a las personas que han sufrido una afectación en sus ingresos económicos tras la suspensión de sus contratos de trabajo.
Alegó que este acuerdo no se había tomado anteriormente por la imposibilidad de sesionar de la Junta hasta que se nombrara a la persona que iba a sustituir al exdirectivo Mario Devandas, quien falleció el pasado 25 de diciembre.
Luis Diego Calderón Villalobos, gerente financiero de la CCSS, detalló que esta decisión reforma lo establecido en el Decreto Ejecutivo No. 42248 – MTSSS, el cual da un plazo de seis meses de seguro de salud posteriores al cese del contrato de trabajo de una persona.
La Junta Directiva instruyó a las gerencias Financiera y Médica para la operativización de la nueva medida en coordinación con el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
Situación laboral
Los primeros meses de apertura económica en 2020 se caracterizaron por una lenta recuperación de los empleos que se vieron afectados por la suspensión de contratos o la reducción de jornadas.
Unos 8.890 trabajadores retornaron a sus puestos luego de estar sin salario durante meses, mientras que otros 13.500 empleados volvieron a laborar a tiempo completo.
Ellos apenas representaban poco menos de un 10% de los 240.300 asalariados que resultaron afectados por las medidas que se habilitaron para empresas con impedimentos de operación, restricciones sanitarias o caídas de ingresos producto de la emergencia por covid-19.
A pesar de la reapertura de casi todas las actividades —con contadas excepciones, como eventos masivos— la realidad económica del país impidió (y continúa dificultando) reactivar muchos de los puestos de trabajo afectados.
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