Siguiendo las recomendaciones de las autoridades, una joven de apellido Retana y su pareja cumplen 14 días en cuarentena.
Ambos están recluidos en un apartamento en Orotina, Alajuela, aislados totalmente de su familia para evitar posibles contagios.
Esta es su historia desde que arribaron a Costa Rica el pasado 11 de marzo, luego de un viaje de 15 días durante los cuales estuvieron en países como Italia, España y Reino Unido.
“Cuando llegamos a Migración en el aeropuerto Juan Santamaría, nos preguntaron que de dónde veníamos. Le dijimos que estuvimos en Italia y llamaron a un encargado de la Cruz Roja. La persona llegó, nos dio mascarillas y nos pidieron llenar un documento con datos generales, también nos pidieron contestar si tuvimos contacto con alguna persona enferma o diagnosticada con covid-19, además que si tuvimos fiebre o algún otro síntoma.
“Después de eso nos tomaron la temperatura y frecuencia cardiaca y como salimos bien los dos pudimos pasar Migración. Nos recomendaron mantenernos aislados durante 14 días y acogimos la medida porque yo vivo con mi abuelita que es diabética.
“Alquilamos un apartamento de miércoles a domingo. Cuando nos fuimos a la casa de un familiar en Orotina, desinfectamos por completo el apartamento, le dimos vuelta de arriba a abajo. Comimos con platos, vasos y cucharas desechables. Tuvimos mucho cuidado con eso. Ahí aprovechamos para lavar toda nuestra ropa. Mi mamá nos hizo las compras y nos la dejó en el apartamento sin entrar en contacto. Llegamos a Orotina y vamos a estar hasta el próximo miércoles, cuando cumplimos la cuarentena.
“Nosotros estamos supertranquilos, no hemos tenido ningún síntoma. Un día me desperté con dolor de cabeza y la verdad ese día me asusté bastante. Sí me dio mucho miedo porque estamos muy positivos, porque nos cuidamos muchísimo. Ese día me fui a dormir y el dolor de cabeza se me quitó. No hemos desarrollado ni un solo síntoma.
“A nosotros nos llaman constantemente del Ministerio de Salud, a mi me llamaron ayer, a mi pareja lo llamaron hoy. Nosotros le hacemos muchas preguntas y ellas nos contestan absolutamente todas. Nos han dado mucho seguimiento y nos dicen que si tenemos síntomas vayamos a hacernos las pruebas.
“Hoy nos dijeron que antes de irnos a cualquier Ebáis, los llamáramos porque hay un centro de salud para atender los casos sospechosos. Nosotros les dijimos todo, en dónde estuvimos, cómo nos cuidamos, con quién tuvimos contacto… todo.
“No hemos tenido contacto con nadie. Los dos estamos teletrabajando, nos llevaron las computadoras. Mi trabajo es más de estar en la oficina, porque yo trabajo con documentos y así, entonces he tenido que pedir ayuda de la gente que está en la oficina, pero aparte de eso todo tranquilo. La universidad igual, están haciendo las clases virtuales.
Su experiencia en Europa
Retana y su pareja llegaron a Europa el 25 de febrero, cuando el nuevo coronavirus no había sido declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero el virus ya empezaba a hacer estragos en el viejo continente, especialmente en Italia.
“Pareciera mentira, pero desde el día que llegamos a Madrid no vimos a nadie cuidándose contra el coronavirus.
“Yo soy superestresada con esas cosas, entonces yo compré 10 mascarillas, tres botellas de alcohol en gel y ocho paquetes de toallas con cloro. Cada vez que nos montábamos a un metro y nos bajábamos del metro nos lavábamos las manos.
“Aquí dicen que las mascarillas solo son para personas contagiadas, pero el problema es que allá hablábamos con todo el mundo, entonces no nos podíamos arriesgar a que nos cayera saliva de alguien más.
“A nosotros nos veían con cara de raros. Los únicos que sí andaban con tapabocas eran los asiáticos.
“El día que llegamos a Madrid encontraron el primer caso y todos estaban muy tranquilos. Cuando llegamos a Italia, la cosa se estaba poniendo un poco fea. De hecho nosotros visitamos el Vaticano y el Coliseo de Roma un sábado, y el lunes siguiente lo cerraron por prevención.
“La gente estaba muy tranquila, nos veían a nosotros como exagerados tapándonos la boca, con alcohol en gel y todos los cuidados. Entonces, yo le digo a mi pareja que quizás lo que está pasando en Italia fue por exceso de confianza, más que nosotros vimos como el antes y después. Al final todo el mundo corría por todo lado, que ya todo estaba cerrando.
“Nosotros estuvimos en Italia cuatro días. El día que llegamos salimos, fuimos al Coliseo, el segundo día fuimos al Vaticano, pero ya el tercer día tomamos la decisión de no salir, estuvimos todo el día en la habitación del hotel, yo estaba que lloraba.
“Ya el otro día nos fuimos para Florencia donde estuvimos medio día y salimos para Madrid, para hacer el vuelo de conexión a Costa Rica”.