Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), justificó este lunes su idea de identificar líderes comunales que actúen como “detectives” en las comunidades, en la estrategia contra el nuevo coronavirus, alertando de personas que tienen síntomas o que incumplan aislamientos obligatorios.
El jerarca alegó que la población malentendió la medida. Esta acción la anunció el propio Macaya el domingo 7 de junio en conferencia de prensa.
Ese día, el presidente de la CCSS dijo: “Estamos identificado líderes comunales, que trabajen como un tipo de detective dentro de la comunidad, que nos alerten qué miembros de esa comunidad requieren de atención de la salud, quiénes están mostrando síntomas, dónde hay, por ejemplo, una persona o un adulto mayor o alguien que tiene antecedentes de otra enfermedad que lo hace un riesgo que deberíamos de estar visitando”.
“Y esto lo hacemos a través generalmente de nuestros Ebáis, los Ataps (asistentes de atención primaria), que son los asistentes técnicos de atención primaria. Esas personas tienen un gran contacto con la comunidad y conocen a la población y ellos son los que interactúan con estos líderes comunales para ir a encontrar los casos que hay que abordar, y también que nos llegue información más oportuna de personas que están incumpliendo el aislamiento obligatorio en el que deberían de estar”.
En el reporte de la pandemia de este lunes, el presidente ejecutivo argumentó que no explicó con suficiente detalle en qué consistía este plan.
Macaya expuso que “los líderes comunales son de las tradiciones de vieja data en Costa Rica (...), no es que vamos a buscar entes desconocidos que van a ser como policías de la sociedad, son personas que ya tienen un liderazgo”.
LEA MÁS: Nuevo coronavirus: ministro pide responsabilidad a empresarios agrícolas, de empaque y construcción
“La vigilancia epidémica es una búsqueda de la evolución de una pandemia; una de las grandes fortalezas del sistema de salud de Costa Rica es su red de atención primaria y la interacción entre esa red y la comunidad. Ese enlace es indispensable para poder ayudar a nuestros ciudadanos”, manifestó.
El jerarca de la CCSS agregó que la institución “no es un ente policial, es un ente asistencial”.
Asimismo, agregó que, si el trabajo de un líder comunal no es del agrado de las personas, estas pueden expresar su descontento a la junta de salud local.
“Hay una serie de balances y chequeos ciudadanos que son los que rigen aquí, y obviamente Costa Rica tiene libertad de expresión y una democracia insigne”, dijo Macaya.
El diputado restauracionista Eduardo Cruickshank, presidente del Congreso, aseveró que el plan podría “prestarse para abusos” y un control “que no es propio de un país democrático como el nuestro”.
“Hemos apoyado muchas de las acciones de las autoridades de Salud, pero en este caso nos parece que se extralimitan y podrían poner en riesgo la libertad de los costarricenses”, dijo Cruickshank.
“Entendemos que el coronavirus ha obligado a medidas sanitarias y restricciones fuertes que nosotros mismos hemos avalado desde la Asamblea Legislativa; sin embargo, esta acción anunciada por la Caja es desacertada".
“No ha sido buena la experiencia en otros países de tener ciudadanos que se convierten en informantes y vigilantes de sus vecinos; es un tema muy delicado, en el que el país no se puede aventurar”, añadió el presidente legislativo.
El diputado Luis Ramón Carranza, del Partido Acción Ciudadana (PAC), defendió la idea anunciada por Macaya y aseguró que sus detractores “han querido satanizarla”.
“Una empresa responsable que ha venido trabajando con extranjeros documentados y teniendo todo en regla no puede ser víctima de una empresa que esté haciendo las cosas mal”, dijo Carranza.
“Quienes quieren satanizarla, pienso yo, son los que hacen las cosas mal. Creo que los empresarios, la inmensa mayoría que hace las cosas bien, aplaude estas medidas”, añadió.
Asimismo, el socialcristiano Pedro Muñoz afirmó: “El Gobierno ahora nos viene a decir que vamos a controlar la pandemia a puro ojo, examinándonos los unos a los otros, me parece que esto es ridículo, también me parece que es irresponsable”.