La rabia es una enfermedad que mata.
En el caso costarricense, la transmisión del virus a las personas sucede solo cuando estas entran en contacto con animales silvestres infectados, como coyotes, mapaches, zarigüeyas o murciélagos.
De ahí que el primer consejo que lanzan las autoridades de Salud es evitar, a toda costa, el contacto directo con animales silvestres.
El director de la Dirección de Vigilancia de la Salud, Daniel Salas Peraza, participó la tarde de este viernes en una transmisión en vivo por Facebook de nacion.com, en donde hizo un llamado vehemente a la población para que respete el hábitat de esos animales y no se arriesguen a contraer una enfermedad mortal.
Salas aclaró que en el país son muy poco frecuentes estos eventos y que el sistema de salud está preparado para atender cualquier caso.
Sin embargo, Salas insistió en que lo mejor siempre es prevenir.
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Recientemente, falleció un biólogo debido a la infección con este virus. Es la muerte número 11 desde 1967, lo cual muestra la poca frecuencia en el país de este tipo de casos.
El hombre, de 43 años, tuvo contacto por su propia voluntad con un murciélago durante un paseo familiar a una cueva en Copey de Dota, hace tres meses.
Aunque los médicos especialistas del Hospital San Juan de Dios hicieron todo lo posible por salvarlo, el biólogo falleció el 14 de noviembre de un fallo cardiorrespiratorio.
“Aquí la transmisión del virus de la rabia se da principalmente por animales silvestres. Los murciélagos son de los principales animales que lo pueden transmitir pero también los pizotes, las zarigüeyas, los coyotes”, aclaró Salas.
El médico informó de que el último caso de transmisión de perros a humanos data de la década de los setentas, y uno importado a finales de los ochenta.
Estas son las principales recomendaciones para prevenir la infección o tratar o oportunamente un accidente rábico:
1. No juegue o se acerque a animales salvajes.
El humano tiene que ser respetuoso del entorno de estos animales. La rabia no es la única enfermedad que se puede contraer si se interactúa con ellos. Una de las más frecuentes es la toxoplasmosis, que se transmite por medio de las heces de los gatos.
2. Si es mordido o aruñado por un animal salvaje, acuda a un centro de salud.
Mencione al personal de salud el antecedente. Una de las situaciones que complicó el diagnóstico en el caso del biólogo fallecido, es que nunca mencionó el encuentro con el murciélago, hasta que ya era demasiado tarde.
3. Vacune a perros y gatos que están en la casa.
La vacunación para estos animales domésticos es anual. Respete el cumplimiento de ese esquema para protección de su salud y la de su familia.
4. Grupos con mayor riesgo de exposición al virus deben estar vacunados.
La vacunación preventiva contra la rabia la deben contemplar biólogos, ganaderos, veterinarios o guardaparques que estén expuestos a la presencia de animales silvestres.
5. No extermine especies silvestres.
Ellos están en su hábitat y cumplen una función primordial en el ecosistema. Usualmente, quienes invaden el espacio son los humanos. Respételos.