Obispos piden acatar medidas contra covid-19: ‘Necesitamos poner de nuestra parte, y clamar a Dios para que nos ayude'

Conferencia episcopal recuerda la necesidad de tener fe, pero también apela a la responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos para frenar contagios, hospitalizaciones y muertes

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No solo es el ministro de Salud, Daniel Salas, o los médicos de la CCSS; también los obispos de Costa Rica se suman al clamor para que los ciudadanos sigan recomendaciones y acaten medidas para frenar al virus que produce la covid-19.

Así lo hicieron en un comunicado emitido la tarde de este jueves, en el cual piden oración, pero también conciencia, responsabilidad y solidaridad con el prójimo.

“Nuestro país tiene en sus raíces los valores de una sociedad creyente, por ello necesitamos poner de nuestra parte, y clamar a Dios para que nos ayude a superar esta crisis”, señalan.

De esta forma, apuntan a la oración y la fe, pero también a las acciones, aquellas que se han repetido una y otra vez desde el comienzo de esta crisis sanitaria y que deben estar más presentes ahora, frente al crecimiento de hospitalizaciones, pacientes críticos y muertes.

"Debemos ser consecuentes en el cuidado que se nos pide tener. Cada vez tenemos que ser más estrictos en el lavado de manos, en los protocolos para toser y estornudar, en el uso obligatorio de la mascarilla y en el distanciamiento físico. Salgamos a lo realmente necesario; si tenemos síntomas relacionados con el virus, debemos quedarnos en casa, para cuidarnos y cuidar de los demás.

“Como pastores de la Iglesia, una vez más hacemos un llamado vehemente a toda la ciudadanía para evitar que las salas de los hospitales y las unidades de cuidados intensivos se saturen, impidiendo así el colapso del sistema de salud”, manifiestan los miembros de la Conferencia Episcopal.

Para ese jueves se registraron 1.400 nuevos contagios de covid-19, 610 personas en hospitales y 14 fallecimientos vinculados al virus. Los decesos ya son casi 800.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha advertido que en dos semanas, ya no darían a basto las 359 camas de cuidado intensivo.

Recordaron los obispos en su comunicado, las palabras del papa Francisco, en una oración para pedir por el fin de la pandemia, el 27 de marzo.

“No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar”.

La Iglesia católica costarricense también sufre los embates de la pandemia, primero con el cierre de los templos desde marzo, y luego, con la ausencia de misas, la falta colaboraciones económicas de los fieles.

Tampoco hubo procesiones de Semana Santa ni romería a Cartago en agosto.

En setiembre, al tiempo que se reactivaron una serie de actividades comerciales, se reanudaron las misas, pero para un número limitado de asistentes.

“Sabemos que vivimos días de mayor apertura en distintos sectores y ámbitos del país, pues es necesaria la actividad económica y social. Sin embargo, este lapso de aperturas debe estar acompañado de mucha seriedad y responsabilidad por parte de todos”, expresaron.