José Vargas Víctor, de 37 años, el primer centroamericano en vivir con un aparato que sustituía a su corazón, murió este miércoles, en el Hospital Calderón Guardia, donde se le practicó un trasplante coronario que no soportó.
El hospital confirmó el fallecimiento, pero por respeto a la confidencialidad del paciente y a su familia se reservó los detalles clínicos del caso.
Solo trascendió que el trasplante se le realizó entre la noche del 28 de setiembre y la mañana del martes 29.
José Vargas fue el primer costarricense y centroamericano a quien se le colocó un aparato llamado Heartmate 3. El procedimiento, de siete horas, lo realizó un equipo del Hospital Calderón Guardia, el 28 de noviembre del 2019, tras un minucioso estudio del caso porque, solo el dispositivo, costaba $200.000 (más de ¢121 millones, al tipo de cambio actual).
LEA MÁS: José viaja en bus y va al súper con ‘corazón’ latiendo en la mochila
Junto a su corazón, y dentro de su pecho, José Vargas portaba un aparato con la función de centrifugar la sangre, pasarla a la aorta ascendente y de ahí a la circulación en el resto del cuerpo. Ese dispositivo se conecta mediante un cable con el exterior.
Afuera, en una mochila, iban las baterías y otro aparato responsable de controlar el funcionamiento de esa centrífuga. Por eso, una de las nuevas experiencias a las cuales tuvo que adaptarse este vecino de Goicoechea, en San José, fue a no tener pulso, ni presión arterial.
El Heartmate, conocido también como ‘corazón artificial’ (técnicamente, llamado asistente ventricular) no bombea la sangre como antes lo hacía su enfermo ventrículo izquierdo. Lo que hace es centrifugar la sangre.
Sin pulso y presión
Este aparato se utiliza como un "puente" mientras una persona espera un corazón para trasplante, o también ser la opción final, si el paciente se siente cómodo con él.
FUENTE: RODRIGO CHAMORRO CASTRO, JEFE DE CIRUGÍA, HOSPITAL CALDERÓN GUARDIA || J.C. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
En febrero, cuando este medio conversó con él para que contara su historia, relató: “Volví a nacer ese 28 de noviembre”.
“Yo llevaba una vida normal, pero un día me dio un mal de estómago y me faltó el aire. Terminé en emergencias, donde me dieron la noticia: mi corazón solo funcionaba en un 10% y si no me trasplantaban uno nuevo moriría”, dijo.