Médico de EE.UU. que salvó a enfermos de rabia asesora a hospital en atención de biólogo infectado

Equipo de Cuidado Intensivo e Infectología aplica protocolo, que incluye inducción al coma y suministro de antivirales

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Médicos especialistas en Cuidados Intensivos e Infectología del Hospital San Juan de Dios luchan por salvar la vida del biólogo infectado con el virus de la rabia con apoyo de un experto mundial en el manejo de esta enfermedad.

El estadounidense Rodney E. Willoughby, creador del protocolo de Milwakee, es quien está a la cabecera del equipo, informó el infectólogo del San Juan de Dios, Manuel Ramírez.

Los escasos supervivientes a una rabia sintomática han sido atendidos con ese método, que consiste, principalmente, en inducir al enfermo a coma y suministrarle antivirales con el propósito de hacer retroceder la enfermedad creando anticuerpos.

Uno de esos casos de supervivencia fue registrado por la revista científica The New England Journal of Medicine (NEJM), en un artículo del 2005 firmado por Willoughby y el equipo de especialistas.

Se trató de una adolescente de 15 años, mordida por un murciélago. Al inducirla a coma y proporcionarle dosis de antivirales como Amantadina y Ribavirina, punciones lumbares realizadas a la joven comenzaron a registrar incrementos en los anticuerpos contra la rabia a los ocho días de iniciado el tratamiento.

Esta adolescente fue sacada de aislamiento a los 31 días de activado el protocolo, y regresó a su casa 76 días después, con signos de alerta y dando los primeros pasos para comunicarse, aunque con alguna discapacidad neurológica, reportó el artículo de NEJM.

Ese mismo protocolo es el que están utilizando en el biólogo con el claro propósito de salvarle la vida, pues una vez que se desarrollan los síntomas de esta enfermedad la mortalidad es de casi del 100% de los casos, en un plazo que va de los cinco a los siete días tras la aparición de los síntomas.

La rabia es una enfermedad transmitida por animales (zoonosis).

En este caso, el biólogo de 43 años se infectó al ser mordido por un murciélago el 15 de agosto, durante un paseo familiar en donde él entró en contacto con uno de estos animales al ingresar en una cueva en Copey de Dota.

No recibió la vacuna (cinco dosis posexposición) ni acudió a atención médica hasta el 11 de octubre, cuando aparecieron los primeros síntomas: adormecimiento del brazo izquierdo (donde fue mordido), parálisis y problemas para tragar.

Ingresó grave al Hospital San Juan de Dios, donde está internado en Cuidados Intensivos desde el 21 de octubre.

“Estos pacientes a raíz de la infección entran en un estado de necesidad de manejo intensivo y crítico. El manejo se está dando en conjunto con un experto mundial en manejo de rabia, quien ideó un protocolo o guía de manejo.

"La idea es darle un soporte tal que lo mantenga con vida en espera de que el cuerpo responda a la infección generando defensas o anticuerpos”, explicó Ramírez.

Ese protocolo consiste en una serie de pasos de cuidado intensivo que se deben ejecutar cada día.

Incluye, explicó Ramírez, la vigilancia de parámetros hemodinámicos, ventilatorios y de sedación.

La comunicación con el experto Willoughby es estrecha, vía WhatsApp, todos los días, con el envío de reportes sobre la evolución del paciente, quien se mantiene en estado crítico, pero estable.

El Ministerio de Salud tenía planificado vacunar a 13 contactos directos del biólogo, incluida su familia más inmediata y el primer personal de salud que lo atendió.

Por ahora, no han aparecido más casos sospechosos vinculados con este evento.

La recomendación de Salud es acudir por atención médica si algún animal silvestre (ardillas, murciélagos, coyotes, por ejemplo) lo muerden o aruñan.

Este protocolo incluye la vacunación preventiva con cinco dosis antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, lo cual elevan sustancialmente las posibilidades de supervivencia.