Ramiro Rodríguez Gómez ya estaba acostumbrado a recorrer las calles, lo hacía con su negocio de perifoneo.
Aquello fue como un derivado de su trabajo como locutor en Radio Alajuela, desde donde acompaña a muchos a iniciar el día con su programa Mañanitas con mi gente y Noticias Alajuela.
Con la crisis económica que llegó con la pandemia de covid-19, las cosas se pusieron cuesta arriba para Rodríguez, como para casi todos los costarricenses.
En medio de las congojas porque ya nadie quiere anunciarse, a este locutor le llegó otra oportunidad que no dejó escapar. La posibilidad surgió por uno de sus oyentes, que como casi todo el mundo en Alajuela, tiene un apodo.
Sí, fue Papillo Fresas, cuyo nombre real es Misael Espinoza, quien motivó a Rodríguez a incursionar en otro negocio.
Papillo es vendedor de fresas de Fraijanes, pero luego del terremoto de Cinchona, en enero de 2009, tuvo que buscar formas de colocar su producto. Ahora los vende cerca del parque central de Alajuela y fue estando ahí que se acercó a Ramiro Rodríguez para plantearle un trato.
Le recomendó aprovechar el programa de las mañanas para anunciar las fresas y luego usar el carro del perifoneo para venderlas.
El locutor, de 53 años, no lo pensó mucho, pues estaba claro que el negocio de la publicidad estaba en el suelo.
Es así como la nueva actividad comenzó hace casi un mes, pero conforme pasaron los días se sumaron otros productos para anunciar y para vender.
Otros oyentes, todos pequeños empresarios, se sumaron, entre ellos una señora que prepara bocadillos para eventos y un productor de café artesanal, a quienes no les llegaban clientes.
Ahora la camioneta de perifoneo lleva para la venta fresas y quesos de la zona de Fraijanes y Poasito; también van legumbres, culantro, lechugas, Café Tico, repostería, y natilla.
“Ellos me dan los productos, yo se los llevo a vender en la buseta; ellos me dan comisión a mí por esas ventas y así nos vemos beneficiados todos. La ruta de venta la hacemos los miércoles, yo anunció en el programa, paso a recoger el producto y así entre los mismos oyentes y vecinos de ellos se hace la venta”, explica con sencillez.
La principal lección, dice, ha sido recordar que siempre hay que estar preparados para un cambio y asumirlo sin miedo. La otra gran enseñanza es el fruto de la solidaridad para buscar soluciones.
"He sido comunicador en los últimos casi 40 años y ahora por medio de la amistad que me han dejado los oyentes de la radio y de mis programas, es que de uno de ellos surgió la idea.
Tenemos un ingreso, pues estamos ya con un proyecto de casi un mes, tres semanas exactas, una entrada los miércoles y no solo a mí, sino para mis amigos y oyentes que me dan sus productos a vender; todos estamos siendo una cadena de beneficio mutuo.
“Ojalá mucha gente tenga ideas así, se unan entre sí, porque creo que así como nos piden colaborar para salir juntos de esta pandemia, de cuidar a los demás, también hay que trabajar juntos para que la comida llegue a nuestros hogares”, expresó.
Después del programa de los miércoles, donde hay jolgorio, chistes y apodos... como buen alajuelense, Ramiro Rodríguez sale a vender, una actividad más en su historia de vida laboral que comenzó a los 15 años.
“A mis 15 años empecé como mensajero en Radio Alajuela, ahí fuí aprendiendo muchas cosas más que hacer mensajería, hasta el día de hoy agradezco a Dios toda la oportunidad dada, ya que toda la capacitación y práctica que hice aquí y por medio de concursos de la Cámara Nacional de Radio me dejaron surgir en este mundo tan maravilloso”.
Fue en ese mundo maravilloso de la radio donde ganó oyentes que hoy también son sus socios en este esfuerzo por sobrevivir a la crisis por la pandemia.