El hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) será tema de la primera sesión de la nueva Junta Directiva, este jueves 30 de junio. Los nueve integrantes del principal órgano de decisión de esa entidad acumulan un mes sin reunirse, debido al atraso del Poder Ejecutivo en nombrar a sus representantes.
Álvaro Ramos, presidente ejecutivo de la Caja, indicó este miércoles que la Junta ya está debidamente integrada. Comunicó que, además de él, fungirán como representantes del Estado el médico Carlos Salazar y el exfiscal de narcotráfico y delitos económicos Guillermo Hernández Ramírez.
Por parte de los trabajadores participarán Maritza Jiménez (solidarismo), José Loría (cooperativismo) y Marta Rodríguez (sindicalismo). En la representación patronal figuran Marielos Alfaro, Adrián Torrealba y Jorge Arturo Hernández Castañeda. De los nueve integrantes repiten cuatro: Alfaro, Jiménez, Rodríguez y Loría.
“Después de un mes del hackeo hay mucho interés en la Junta Directiva de empezar a explorar las necesidades que se han ido acumulando por esta causa. Este servidor procederá a reportarles. Ya va siendo hora de darles un aporte adicional para sacar la tarea, este será un punto de discusión”, reiteró Ramos en referencia al ciberataque del 31 de mayo, que afectó servicios de atención en salud, administrativos y financieros.
Este miércoles, el jerarca señaló en conferencia de prensa que, a pesar de la paralización de la Junta, la CCSS ha logrado enfrentar la emergencia porque tiene un equipo gerencial, existe una unidad de atención de emergencias institucional y hay una secuencia de protocolos de contingencia que permitieron atender la situación.
“Para el siguiente paso, que es la recuperación y el restablecimiento de servicios, sí resulta conveniente que haya Junta Directiva para tener un sustento más fuerte en las decisiones que hay que tomar”, advirtió Ramos.
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Para el director José Luis Loría, representante de las cooperativas en el bloque laboral, la ausencia de Junta Directiva en una institución como la CCSS, genera un peligroso vacío de gobernanza, según dijo el 16 de junio a La Nación.
“(...) sobre todo, en momentos en que el país y la institución atraviesan situaciones críticas que requieren la toma de decisiones del máximo órgano. Desde el abastecimiento de medicamentos, el seguimiento a la pandemia y el hackeo, hasta temas reglamentarios, de pensiones y financieros, que quedan al margen del órgano director y generan riesgos para la población que demanda servicios”, aseveró Loría.
Además de todos los inconvenientes para la operación interna de la CCSS que ha generado la ausencia de su Junta Directiva, este proceso tampoco ha estado exento de observaciones.
La semana pasada, el Gobierno escogió como uno de sus representantes a Guillermo Hernández Ramírez, quien además es candidato a fiscal general.
El exfiscal adjunto de narcotráfico y delitos económicos manifestó que mantiene su interés por llegar a la Fiscalía General y rechazó que ocupar la representación del Gobierno en el máximo órgano de la CCSS le restaría independencia si, eventualmente, le toca dirigir pesquisas penales contra el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, u otros jerarcas del Gobierno.
Álvaro confirmó que fue él quien le propuso a Hernández Ramírez llegar a la Directiva de la Caja: “Quería un abogado muy distinguido con la capacidad de colaborar en reducir la impunidad y la corrupción. Podía ser un penalista o un experto en contratación administrativa. Don Guillermo cumple con el perfil”.