En estos momentos de la pandemia, el perfil de quienes se enferman ha cambiado nuevamente.
Al inicio de la emergencia nacional por la covid-19, los turistas, migrantes y población agrícola estaban entre los más afectados. Luego el golpe se dirigió hacia los adultos mayores.
Hoy, más de un año después, el perfil es de personas más jóvenes. Un 80% de los hospitalizados tiene menos de 70 años, con tendencia al crecimiento en grupos de 50 y menos.
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Guiselle Guzmán Saborío, jefa del Área de Salud Colectiva, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), le lleva el pulso a esos cambios.
Ella conversó con La Nación, el lunes 26 de abril. Este es un resumen de esa entrevista.
– ¿Hace cuántas semanas registran este crecimiento en el número de casos?
– Tenemos seis semanas de tendencia creciente, y tres semanas en donde el crecimiento ha sido exponencial. En hospitalizaciones tenemos datos muy importantes porque antes teníamos más adultos mayores hospitalizados. En este momento, tenemos dos situaciones con los adultos mayores. Una, que la vacunación ha ido aumentando. En los grupos en que ha ido aumentando, ahí ha ido disminuyendo la hospitalización.
“Esto lo estamos viendo aquí: los más grandes están representando la hospitalización más pequeñita, lo que pasa es que no dejan de ser importantes porque siempre tienen 15 posibilidades más de fallecer que un jovencito. Casi que menores de 70 es prácticamente el 80% de la población hospitalizada en este momento”.
– El grupo de 40 y más también ha ido ganando terreno. ¿Por qué?
- En las últimas dos semanas, estaban entre el 9% y 11%. Ahora vamos por un 13%. Va aumentando esa proporción. Son varios factores. No uno solo. En Estados Unidos (según la revista científica JAMA), ellos vieron que en esta población entre 18 y 34 años, el 21% de esos pacientes requieren UCI (Cuidados Intensivos), el 10% ventilación mecánica y el 2,7% fallece. Dicen que aunque la proporción de fallecimientos es mucho más baja que en el adulto mayor, en este grupo de 18 a 34 se les ve más efectos o complicaciones cardiovasculares.
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“En este grupo, (las complicaciones) están asociadas porque se ve más obesidad, hipertensión y diabetes. Las personas con esas enfermedades están directamente relacionadas con mayor efecto cardiovascular y mayor riesgo de fallecimiento. Esto es superimportante porque es gente que queda con discapacidad por un evento cardiovascular”.
– ¿Ya ustedes veían venir esto?
– Tenemos cuatro semanas de haber empezado la estrategia de comunicación dirigida a los jóvenes, sobre todo en redes sociales. Ya venía diciendo la evidencia que este grupo no estaba exento de tener complicaciones porque la vacuna iba a producir este efecto en los grupos identificados como prioridad. Pero en los jovencitos iba a coincidir la estación (lluviosa), la movilización (es el grupo que más sale) y la transmisión comunitaria de las nuevas variantes.
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– Ante el cambio del perfil, ¿no se ha planteado variar, aunque sea temporalmente, el orden de los grupos de vacunación?
– Lo desconozco. Sé que se está tratando de negociar la traída de más vacunas para vacunar a más grupos. Desconozco si están pensando en variar la priorización.
– ¿Pero le suena la estrategia de variar el orden?
– Acordémonos que el riesgo de fallecimiento siempre es 15 veces más en el grupo de 58 y más. Está disminuyendo la hospitalización (de esa población) porque priorizamos en este grupo. No podemos dejar de cubrir los grupos de mayor mortalidad, porque para nosotros esa es nuestra prioridad: que no se nos muera nadie.
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– ¿En qué está variando la forma de comunicarse con la población más joven?
– Ha sido muy difícil. Esta población nos dice ‘Yo vivo sola, no salgo con nadie, no como con nadie’. Nos limita el poder tener acceso a información verídica de las personas que son potenciales casos y que andan transmitiendo. Esto está siendo muy crítico, y por eso se ve que no para y no para. Todo es un reto para el sistema porque no tenemos acceso ni siquiera a información confiable de la gente.