Hospital San Juan de Dios renueva su viejo edificio de casi 175 años

Anualmente, invierte alrededor de ¢4.000 millones para remodelar instalaciones; así han hecho con Unidad de Quemados, Nutrición, laboratorio y Emergencias, entre otros servicios

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Someter a cirugía mayor una edificación que es patrimonio nacional con casi 175 años de estar en pie, es una tarea titánica que han asumido las autoridades del Hospital San Juan de Dios en los últimos años.

Este hospital, fundado en 1845, luce ahora una cara interna diferente.

Los servicios que más recientemente han pasado por “cirugía” son la Unidad de Quemados y Emergencias. También el área de Nutrición, el laboratorio clínico y el área de Ortopedia y Rehabilitación, solo por citar algunos de los más importantes.

Se han hecho mejoras sustanciales en Oncología quirúrgica, la Unidad de Cuidados Críticos Respiratorios, y los pasillos, con un sistema de orientación por colores para ayudar a los pacientes en sus recorridos diarios por todos los servicios.

La directora de ese centro de salud, Ileana Balmaceda Arias, confirmó que ahí se invierten, anualmente, unos ¢4.000 millones en otras obras de remodelación.

Una de las más importantes es la de la Unidad de Quemados, que implicó organizar la referencia y contrarreferencia de pacientes quemados hacia otros hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), mientras se realizaban los trabajos.

Esta Unidad prácticamente se hizo nueva, con una inversión de ¢600 millones.

Aquí se construyeron cubículos aislados y se sustituyó el viejo tanque de curaciones por modernas camillas con drenajes y mangueras a presión, para quitar el tejido muerto a víctimas de quemaduras.

Las viejas instalaciones de Quemados ya no daban para más. Yaneth Prada Castellanos, jefe de Clínica en esa Unidad, recuerda que se tuvieron que hacer entre dos y tres cierres debido a la propagación de bacterias que no se podían controlar, dado el hacinamiento en que se encontraban los pacientes.

Uno de los cierres más prolongados sucedió a finales del 2015, cuando se detectó un incremento inusual en el número de pacientes infectados con las bacterias Pseudomona aeruginosa y Staphylococcus aureus.

Renovación en camino

La situación ahora es otra.

Este servicio ahora cumple con los espacios mínimos de separación requeridos por el Ministerio de Salud para reducir el riesgo de infecciones asociadas a la atención en salud.

“La infraestructura ha variado sustancialmente”, afirmó Ileana Balmaceda, quien agregó que las remodelaciones han venido acompañadas por una sustitución progresiva en el equipamiento.

La más reciente renovación le tocó a las camas: 21 camas especiales para pacientes críticos, 75 con múltiples posiciones eléctricas para salones de cirugía, 99 camillas para consultorios de consulta externa y 24 para transporte.

También ingresaron 598 mesas puente utilizadas por los pacientes en salones de internamiento, equipo de acero inoxidable, lámparas cuello de ganso y aspiradores portátiles de flemas.

Balmaceda espera poder concluir, en los próximos dos años, la renovación completa de la consulta externa, adonde los pacientes acuden a ver a los médicos especialistas.

Y el sueño que por muchos años ha acariciado el hospital: que haya iniciado, al menos, la construcción de la torre de cuidados críticos quirúrgicos.

Se espera que para el primer trimestre de este año se publique el cartel para licitar esta obra, cuyo arranque de trabajos está programado para el 2021.

Esta es una megaobra de alrededor de $100 millones, pues el paquete también incluye la construcción de una torre de emergencias, un centro conjunto de atención del cáncer y un nuevo servicio de Hematooncología, según anunció la CCSS en el 2016.