Un país como Costa Rica, con escasez de recursos y apenas cinco millones de habitantes, no debería tener los equipos de trasplante dispersos en diferentes hospitales y en constante batalla por los pocos órganos disponibles.
En un escenario así, los únicos que pierden son los pacientes.
Estos son algunos de los fundamentos del cirujano Rodrigo Chamorro Castro, jefe de Cirugía del Hospital Calderón Guardia, para sugerir un cambio en el funcionamiento de la fallida red de trasplantes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Chamorro, quien también coordina el único programa de trasplante de corazón y pulmón que tiene la Caja, propone que la red opere con centros únicos para trasplante de riñón, hígado y corazón-pulmón.
“En esto, hay un tema de optimización de recursos. (Actualmente), hay cuatro equipos peleándose por un riñón. Esto es despilfarro de recursos. El concepto de centro único, como nosotros nos manejamos en corazón y pulmón, nos permite gestionar recursos”, explicó.
La medida también atendería una serie de problemas planteados desde meses atrás por pacientes y que fueron confirmados por la orden sanitaria emitida por el Ministerio de Salud, el 31 de octubre.
¿Cómo funcionaría? “Es uno de los temas que probablemente están barajando”, mencionó el cirujano en entrevista con La Nación, en referencia a las acciones que prepara la Gerencia Médica.
Ya el jueves 7 de noviembre, la Junta Directiva de la Caja aprobó propuestas del gerente Mario Cubillo y el equipo conformado para resolver la crisis.
La acción más importante fue el cambio en la modalidad de pago del personal médico a cargo de la recuperación de órganos de pacientes cadavéricos.
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De ahora en adelante, a todos los equipos de trasplante renal y de hígado se les reconocerá la jornada extraordinaria con disponibilidad y, por ello, será obligatorio acudir cada vez que sean convocados a una de estas cirugías.
Antes, la disponibilidad para los equipos de trasplantes se pagaba solo si había un operativo de recuperación, mas no era obligatoria, era lo que se llamó alerta voluntaria. Lo anterior ocasionaba que si un miembro no acudía a un llamado de emergencia, todo el operativo fracasaba y el órgano no podía ser aprovechado.
Tal situación, fue una de las causas de que se desperdiciaran órganos.
La presentación de estas propuestas se aceleró luego de que el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, enviara la orden sanitaria, obligándolos a poner fin a una crisis que, solo este año, ha dejado 21 enfermos fallecidos en espera de trasplante de riñón.
Optimizar
"¿Qué es lo que le dice a usted la lógica y el sentido común? Que debemos optimizar recursos, no importa dónde, hacer un solo centro de trasplante renal.
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“En Cirugía y Medicina los resultados están ahí. Si tiene dos centros de hígado, revise los resultados. Hay auditorías. Revise los resultados. ¿Cuál es el centro que tiene que absorber al otro? ¡El que tiene mejores resultados!”, insistió Chamorro.
El cirujano expuso estos argumentos a Marjorie Obando, asesora de la Gerencia Médica, que visitó el hospital durante el proceso de elaboración de la propuesta de cambio en la red de trasplantes.
No obstante, desconoce si se considerará su sugerencia pues, según Chamorro, a ellos no les presentaron el documento final de las acciones que tomará la Caja.
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El temor es que suceda lo mismo que pasó cuando se aprobó el modelo de pago de alerta voluntaria, que nunca se les consultó la metodología, considerada una de las causas del descalabro del programa.
Actualmente, el Ministerio Público estudia la información que ha trascendido a la luz pública para determinar si abre alguna investigación penal por esta causa. Además, cinco asociaciones de pacientes presentaron este lunes una denuncia penal para que se investiguen las actuaciones de la Gerencia Médica, los responsables de la red de trasplantes y la Junta Directiva de la Caja.
Por su parte, la Defensoría de los Habitantes solicitó una reunión con carácter de urgencia a las autoridades de la entidad para revisar el tema.