Los 52.000 trabajadores de la Caja a quienes sus superiores les hacen una evaluación de desempeño todos los años obtienen, en promedio, más de 90 de calificación.
Ese fue el resultado general de la revisión hecha el año pasado, según el gerente administrativo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Rónald Lacayo Monge.
De los trabajadores evaluados (98,72% del total de funcionarios de la institución), solo 247 (menos de un 1%) quedaron por debajo de la nota mínima para pasar la evaluación, que es un 75, informó el gerente.
El 90 o más de promedio, significa que el empleado cumple con excelencia parámetros como asistencia, puntualidad, trato y ejecución de su trabajo.
Quienes quedaron por debajo del mínimo forman parte de un plan reparador para corregir los fallos con procesos de capacitación, informó Guillermo Abarca Agüero, director de la Dirección de Administración y Gestión de Personal de la Caja.
Instrumento. La evaluación de desempeño, que se aplica en esa institución por vía digital desde el 2009, ha sido cuestionada por considerarse una herramienta que no refleja, de manera cercana, la realidad en la gestión de los servicios de salud.
Uno de los representantes patronales ante la Junta Directiva de la Caja, Renato Alvarado, aseguró que este es uno de los temas laborales que debe discutirse en un futuro en ese órgano, donde también hay representación del Estado y de los trabajadores.
“Hoy en día deberían de estarse aplicando de manera correcta las evaluaciones. En realidad, es un tema que hay que revisar profundamente; puede ser que no estén funcionando de manera correcta porque los parámetros que se evalúan no sean los indicados”, manifestó a La Nación, a propósito de una consulta que se le hizo sobre otros asuntos laborales (ajuste del tope de cesantía a 20 años, hace una semana).
Desde la Gerencia Administrativa defienden el instrumento, pues ya es parte de la cultura de la organización.
“Está muy desarrollada en la en la institución y, como todo instrumento, es perfectible”, aseguró Lacayo.
Actualmente, el análisis de desempeño se aplica a casi la totalidad de los empleados, divididos entre profesionales, no profesionales y jefaturas.
Está programado para hacerse entre los meses de agosto y octubre de cada año, explicó Virgilio Mora Bogantes, jefe del área de Rendimiento y Productividad, de la Dirección de Administración y Gestión del Personal, en la Caja.
Para el director del Hospital San Rafael de Alajuela, Francisco Pérez Gutiérrez, este tipo de evaluaciones no pasa de ser un requisito anual por cumplir.
“Yo he tenido problemas con gente a la que le he puesto un 96 un año, y al otro le pongo un 94 y me reclaman. Esto se presta para que lo denuncien a uno hasta de acoso laboral. Creo que si lo quitan igual seguimos, y si lo dejan igual”, manifestó Pérez ante consulta de este diario.
La directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas, rescató la posibilidad de que el superior pueda interactuar con sus subalternos.
Para Arguedas, además, el impacto de la evaluación depende de quién lo realice y de la consciencia con que se aplique el instrumento. Sin embargo, cree que “el valor real es casi nulo”.
“Tiene que ser un instrumento más breve y debería incluir alguna evaluación escrita sobre competencias básicas de una persona en un determinado puesto”, recomendó Arguedas.
Mejoras. Antes de que se comenzara a aplicar la versión digital de esta evaluación, existía una escrita. El inicio de la versión en web superó los 7.000 empleados en el 2009, recordó Virgilio Mora.
Rónald Lacayo aclaró que la evaluación de desempeño se hace una vez al año, pero el proceso de revisión debe ser continuo, de todos los días, entre el jefe y sus subalternos.
También aclaró que no se trata de un instrumento punitivo o que busca la sanción, si no de mejoramiento del personal pensando siempre, según él, para reforzar la atención del asegurado.
Por esta razón, en la CCSS se piensa incorporar en un mediano plazo la revisión del trabajo en grupo, y el nivel de satisfacción de los usuarios con el servicio que brinda cada funcionario.