La Defensoría de los Habitantes abrió una investigación que persigue meter presión para acabar pronto con la crisis de quirófanos en el Hospital México.
Este centro médico trabaja solo con ocho de las 15 salas de cirugía que tenía hace cuatro años, debido a fallos del sistema eléctrico.
Desde entonces, se ha generado una lista de espera quirúrgica que ronda las 22.000 personas, según cálculos de sindicatos médicos.
El último inconveniente se presentó hace 15 días cuando, según la Defensoría, las últimas dos salas del servicio de Emergencias salieron de funcionamiento por problemas de filtración de aguas que ponían en riesgo los procedimientos.
Sucedió durante una operación en la cual el paciente estaba con el abdomen abierto, mientras caía líquido del techo de un sistema de aire acondicionado.
Desde entonces, 30 pacientes por semana se han dejado de operar debido a este nuevo problema, incrementando las listas de espera quirúrgicas.
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Para volver a reactivar estos dos quirófanos, informó la Defensoría, el México desarrolla un plan que debe ser aprobado antes por el Ministerio de Salud, institución que el 5 de julio realizó una primera inspección.
"En los próximos días se estará coordinando una reunión con las autoridades del Ministerio de Salud para conocer su análisis técnico, a partir de la inspección realizada el pasado 5 de julio", informó Juan Manuel Cordero, defensor interino de los Habitantes.
La alerta de la Defensoría trasciende en momentos en que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reconoce que se mantiene el atraso en la construcción de cinco quirófanos nuevos en el Hospital México.
Según confirmó el director de Arquitectura e Ingeniería, (DAI) de la Caja, Jorge Granados, los trabajos tienen un 70% de avance, pero lo que resta corresponde a lo más complejo: importación de equipos y materiales para concluir la obra.
A estas alturas de año, no hay una fecha probable de entrega.
"La empresa no ha avanzado en el proyecto. El Hospital México debe tomar una determinación para ver la vía legal que corresponda para seguir. La empresa no ha estado cumpliendo con los plazos establecidos", afirmó Granados.
Desde hace más de un año, se iniciaron los trabajos para levantar cinco quirófanos nuevos y un área de recuperación con 30 camas que pudieran desahogar la crisis quirúrgica del hospital con la red de servicios más grande de la Caja.
Para los trabajos que ayudarían a aliviar la crisis generada por esa situación, se tiene destinada una inversión total de $2,5 millones.
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Autoridades hospitalarias informaron de que las obras estarían listas en diciembre del 2017. Luego se dijo que en marzo; después se habló de mayo. Lo cierto es que a estas alturas del año el hospital todavía carece de los quirófanos indispensables para aliviar las listas de espera.
El atraso en las obras –que la empresa constructora niega con vehemencia– ha provocado una lista de casos pendientes de operación de más de 22.000 pacientes, según informes de los sindicatos médicos, entre ellos, la Unión Médica Nacional.
En dos ocasiones, los empleados han paralizado los servicios como protesta por el supuesto incumplimiento en la entrega de los quirófanos. La última vez fue a finales de mayo, cuando el movimiento fue levantado con la promesa de la CCSS de encontrar una salida pronta a esta situación.
Parte de ese compromiso fue colocar a la DAI a la cabeza del proyecto, pues antes había estado bajo la coordinación y vigilancia de la dirección y administración del hospital.
"Desde que nosotros nos involucramos hemos programado una reunión todas las semanas con trabajadores y médicos del hospital. El proyecto, sin embargo, no ha avanzado como se esperaba debido a su urgencia", reconoció Granados.
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El director de la DAI confirmó que la finalización urge porque se trata de sostener la capacidad quirúrgica del hospital mientras se concluye y pone en operación la nueva torre quirúrgica, que contará con 21 quirófanos y una moderna Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Esta obra, de ¢25.530 millones, fue adjudicada recientemente por la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y estaría lista en un plazo de 20 meses.
Empresa dispuesta a llegar a últimas consecuencias
Eloy Vidal, gerente general de la empresa Vidalco, a cargo de los trabajos, rechaza los cargos de atraso.
"No hay atraso, ¿cuál es la fecha de entrega? ¿La conoce usted? El avance no es de un 70%, es mucho mayor, revise el expediente del proyecto, revise el último avance de obra aprobado por la CCSS. Los nuevos cronogramas fijados en acuerdo con la DAI sí se han respetado, revíselos y verifíquelos", respondió a un correo electrónico enviado por La Nación.
"Lamentablemente, este proyecto ha sido víctima de mala publicidad, pues se ha mal informado desde inicios de este año a varios sectores sindicales y otros grupos de la CCSS, los cuales tenían una expectativa de fecha de finalización que era incorrecta, que era irreal y errada, situación que ha creado un ambiente sumamente adverso", aseguró Vidal.
Según el gerente de la constructora, el plazo inicial de cinco meses era "una falacia".
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"Este es un proyecto de 2.200 metros cuadrados dentro de un hospital nacional en funcionamiento, con cinco salas de cirugía de alta complejidad, 30 encamados y área de recuperación, el cual se ha tenido que ejecutar en varias etapas, trasladando servicios de un lugar al otro porque el hospital está saturado.
"Desconozco de este proceso (de revisión legal del proyecto). Nuestra empresa continúa trabajando, dando su máximo esfuerzo para finalizar este proyecto lo antes y de la mejor manera posible, como lo hemos hecho para la CCSS durante los últimos 15 años", aseguró Vidal, quien advirtió que, "en caso de requerirlo, estamos preparados para llegar hasta las últimas instancias judiciales para hacer valer nuestros derechos”.