“Si no ha probado, venga a probar, y si ya probó, venga a comprar”.
Con este lema se convocó en Facebook, el 23 de mayo, a una megafiesta a alumnos de un liceo en Cartago, pero se alertó a las autoridades gracias a la denuncia de un padre de familia.
Esta red social será uno de los medios que utilizarán la Fuerza Pública, el Instituto Costarricense Sobre Drogas (ICD), el Ministerio de Educación Pública (MEP) y otras instituciones, para intervenir las megafiestas, en el marco del Programa Estrategia Nacional de Prevención y Control de Eventos Juveniles, el cual se pondrá en marcha en las próximas semanas.
“Las intervenciones de este tipo de eventos ya se hacían, pero esta estrategia pretende que exista una metodología de trabajo, coordinación, protocolos y procedimientos en cada una de las instituciones”, dijo Guillermo Araya, director del ICD.
La idea es que cuando se detecte un evento de este tipo, ya sea por Facebook o mediante denuncias de los padres o directores de los centros educativos, se coordine con las instancias involucradas, entre ellas, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el IAFA, para intervenir la fiesta.
El operativo en Cartago fue un primer ejercicio de lo que será la estrategia. Se logró evitar que la actividad se efectuara.
Araya explicó que no es cualquier fiesta la que se va a intervenir, sino aquellas en las que haya sospecha de que van a estar menores de edad en contacto con drogas y licor.
Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, añadió que han destinado, dentro del Departamento de Inteligencia Policial, un área que se especializa en el monitoreo de redes para detectar convocatorias dirigidas a menores de edad.
“La temporada alta de estos eventos se da en setiembre y noviembre. Hemos intervenido actividades en Montes de Oca, Cartago, Atenas y San José. Se ha detenido a adultos, y encontramos drogas, venta de licor a menores y armas blancas. Suponemos que pueden estarse comercializando otras cosas”, dijo Andrade.
Pulseras. Las autoridades han detectado que, en estas fiestas, los menores se ponen unas pulseras en las que cada color tiene un significado y es lo que el joven desea hallar en esa oportunidad.
“Los colores simbolizan el interés de los jóvenes por algún tipo de droga, relaciones sexuales con alguien del mismo o diferente sexo, o solo besos”, explicó Osvaldo Trejos, orientador del MEP.
En los centros educativos, el MEP se enfoca en la prevención del consumo y tráfico de drogas en las instituciones.
Por eso, en las escuelas y colegios se imparten charlas, foros y programas del Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) para estudiantes, padres de familia y docentes.
“Tenemos protocolos para atender el consumo o casos de tráfico de drogas dentro de los centros educativos. Ya se han detectado estas situaciones en colegios”, sostuvo Margot Carballo, asesora nacional de Orientación del MEP.