Ginecólogo y perinatólogo, Alexis Castillo Gutiérrez es un médico pensionado que se dedica, por segunda vez, a vigilar la calidad de atención que dan unos 13.000 afiliados al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.
De ellos, una parte importante (alrededor de 5.000), labora para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), entidad que Castillo dice, ha aumentado su complejidad, lo que en parte explica la saturación en hospitales. Este es un resumen de una reciente entrevista.
¿Cuándo vamos a ver al Colegio sancionar a sus agremiados por cuestiones tan graves como las que han sucedido últimamente: Synthes, tráfico de órganos, venta de sangre, embarazos múltiples por técnicas mal aplicadas…?
El Colegio no es un tribunal de justicia. Es un tribunal disciplinario. Cuando hay una situación muy seria que conlleva acción por los tribunales de justicia, nosotros nos vemos forzados a suspender la investigación hasta que la justicia dicte el veredicto. Una vez que se da el dictamen y hay condenatoria, nos pasan el fallo y el médico queda sancionado. Pero ustedes no pueden pretender que esto lo publique el Colegio.
Existe la impresión de que los médicos se tapan con la misma cobija...
Cada palo aguante su vela. Nadie es culpable hasta que no se demuestre. En la Fiscalía y en el Tribunal de Moral y Ética Médica seguimos los principios legales que se deben seguir. Pero si hay una cuestión penal debemos suspenderlo; créame, se toman las medidas y si hay que suspender, se suspende. A varios colegas se les dio uno, dos, tres años…
¿Hay ya profesionales a quienes se les ha suspendido el ejercicio de la medicina?
¡Sí, claro! Ayer (28 de octubre), en sesión de Junta Directiva, tuvimos que sancionar con 10 días de suspensión como a cinco. Aquí el delito más grande es la competencia desleal.
¿Por qué cree usted que cada vez más médicos son vinculados a casos como el de tráfico de órganos o derivaciones de pacientes a la medicina privada?
No tengo números para hablar con exactitud del asunto, pero sí es cierto que ahora todo se expone más a través de las redes sociales. No le puedo decir que no haya gente que haga sus enredos. Créame que uno tiene que reconocerlo, pero sí le puedo garantizar que la gran mayoría de los médicos andan viendo cómo resuelven el problema de su paciente.
”Los biombos (pago al médico para poder brincarse la lista de espera hospitalaria) se han ido quitando mucho porque, a partir de la crisis de la Caja (2011-2013), los controles han aumentado sobre todo el personal de salud. Y esto lo que produce en el personal es un temor a hacer las cosas y se genera una medicina defensiva, que tampoco es muy adecuado”.
¿Cacería de brujas?
Sí. La institución debería tomar medidas en la gente que tiene capacidad de resolución en lo macro. A veces se van a lo micro, y lo micro es la gente que está trabajando en la trinchera, en la consulta externa y se vuelcan sobre ellos, cuando son los que más bien necesitan estímulos para seguir adelante.
Mucha de la gestión de la Caja ha estado en manos de médicos. ¿Reconoce alguna cuota de responsabilidad del gremio en los problemas que han llevado a replantear los modelos de atención y de financiamiento?
Lo que sucede es que la institución es muy grande y se maneja con muchas cabezas. La Gerencia Médica y la Presidencia son unas, pero las seis o siete gerencias restantes no las dirigen médicos. Esa diversificación crea una falta de dirección. Prácticamente, la parte médica tiene muy poca resolución. Antes, había dos o tres gerencias y las cosas se resolvían más rápidamente. Además, la institución se ha hecho muy grande.
”Los tiempos han cambiado. La tecnología impone estar al día y eso es caro. La gestión se ha vuelto más complicada. Le puedo decir que los médicos están cumpliendo su función en la CCSS. Si usted me dice que se deben hacer ajustes, por supuesto que sí, los centros hospitalarios están congestionados, atiborrados, ¡taqueados!”