La capacidad de atención del Hospital Nacional de Niños (HNN) se ve rebasada por mucho con los 200 casos de menores agredidos que, en promedio, recibe cada mes.
Lo anterior, porque en el Departamento de Trabajo Social del hospital laboran 15 funcionarios, igual que en 1980. Cada día ingresa un promedio de siete casos de maltrato infantil a los que deben dar seguimiento. Por mes, el número de casos se eleva a 197 emergencias.
“Ya no es posible manejar la situación, que se está enfrentando con los mismos recursos”, dijo Ana Virginia Quesada, jefa del Servicio de Trabajo Social y presidenta del Comité del Niño Agredido.
Ese personal debe dar seguimiento a los niños que son víctimas de agresión física, abuso sexual y negligencia, los que representan el 40% de los menores que llegan.
En la categoría de negligencia se incluyen casos de intoxicación, quemaduras y golpes.
“Acabamos de tener a un niño que se tomó un medicamento para hongos en las uñas y el producto ni siquiera está registrado legalmente en el país. El menor se quemó el esófago y permanece bajo atención”, relató Quesada.
De acuerdo con el doctor Orlando Urroz, director médico del HNN, los ingresos por agresión en 10 meses del 2014 superan en 28% a los casos de todo el 2013. Durante este año, se han producido 31 muertes de niños por agresión. La última fue una menor de cuatro meses, quien falleció por los golpes recibidos.
Cada expediente de violencia se trabaja en conjunto con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI). Fanny Cordero, vocera del PANI, detalló que cada año unos 100 menores son separados de sus familias por violencia o riesgo.